La despedida de una generación que no aprovechó sus oportunidades y quedó en deuda con el hincha

Selección nacional

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Un golpazo. Otro más para un grupo que se acostumbró a tenerlos. Aunque también pasó por buenos momentos, pero que se quedó siempre con las manos vacías. La Selección argentina perdió 4-2 con Francia y fue eliminada del Mundial de Rusia 2018 en octavos de final, y con la derrota muchos de los jugadores dejarán el equipo.

Lógicamente, el primer fusible que debe saltar es el del entrenador. Jorge Sampaoli estuvo un año al frente del equipo pero nunca fue el dueño total de las decisiones. Los futbolistas le pidieron cambiar el esquema táctico porque no se sentían cómodos con la línea de tres en el fondo. Sugirieron algunos nombres para que sean titulares y para que estuvieran en la lista para la Copa del Mundo. El plantel miró siempre de reojo al DT y nunca fue de su plena confianza. Culpa del chancho y del que le da de comer.

Las apuestas de Sampaoli no resultaron y dejó una pésima imagen en el Mundial. Uno de los apuntados.

Después se encolumna una larga lista que deberá dar un paso al costado y cerrar su paso con la celeste y blanca.

Los más emblemáticos son Javier Mascherano, el Kun Agüero, Gonzalo Higuaín y Ángel di María, presentes en las tres finales perdidas. El Jefecito ya anunció que desde ahora «será un hincha más», uno de los que sufrió y gozó junto a ellos y que también se quedó con las manos vacías con una generación de lujo que tampoco rompió con la falta de títulos para el conjunto nacional.

En algún momento fueron «los cuatro fantásticos». Higuaín, Agüero y Di María están en duda para el próximo ciclo mundialista.

Por su parte, El Kun y el Pipa están entre los máximos goleadores históricos, pero acumulan pocos tantos importantes y decisivos. Y el Fideo tuvo muchos vaivenes y lesiones que no lo dejaron explotar.

Detrás aparecen Lucas Biglia, Éver Banega Nahuel Guzmán, Wilfredo Caballero y Enzo Pérez, parte de este proceso en un buen tramo y que rindieron a cuenta gotas. Cuestionados por la gente y prácticamente sin tener partidos consagratorios.

Y aunque Cristian Ansaldi es de los últimos que se sumó y no entró ni un minuto en el Mundial, la polémica foto en el jacuzzi en la previa al torneo lo dejó en el ojo de la tormenta entre los fanáticos.

Hay dos dudas en este listado. Marcos Rojo y Gabriel Mercado tienen en la mochila varias temporadas -y frustraciones- en la Selección, pero son de los que entregan todo y podrían ser los referentes y el alma de una nueva generación que asoma.

Pavón asoma como una de las caras nuevas de la Selección para el nuevo ciclo.
En la vereda de enfrente, en la del recambio, hay jugadores que ya arrastran esta experiencia mundialista como Cristian Pavón, Paulo Dybala, Giovani Lo Celso, Nicolás Tagliafico, Marcos Acuña, Federico Fazio, Eduardo Salvio, Maxi Meza, Nicolás Otamendi y Franco Armani. A ellos se les deberían sumar Lautaro Martínez, Mauro Icardi, Santiago Ascacíbar, Matías Kranevitter y Fabricio Bustos, entre otros, como el futuro de este plantel.

Nombres que a partir del próximo amistoso que juegue Argentina deberán ser los encargados de devolverle la ilusión al hincha, y que buscarán ganar un trofeo y cortar la sequía que acumula 25 años. Pero si el resto de los planteles no pudo, ¿por qué ellos deberían? La carga será cada vez más grande y lo difícil será controlar la presión.

El caso para analizar y esperar es el de Lionel Messi. El mejor del planeta también es de los que arrastran las tres finales perdidas, y en su lomo pesan cuatro Mundiales sin levantar la Copa. Pero precisamente es la luz, el faro, el hombre que nunca queremos que deje de ponerse la celeste y blanca porque como él no hay en ninguna Selección.

Pero en su cabeza pueden pesar todos estos años de frustraciones y también de críticas de parte del hincha y los medios, de saber que cada vez se la hace más difícil ganar un título con el equipo argentino, y que la familia puede ser un factor que influya para definir su futuro. A Qatar llegará con 35 años, pero a Leo le sobran condiciones para ir por el último tiro. Habrá que saber si es capaz de soportar cuatro años más de todo este desgaste. Más de 40 millones de argentinos deseamos que sí.

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