En poco más de un mes, el próximo 29 de diciembre, se cumplirá un nuevo aniversario del accidente que dejó a Michael Schumacher al borde de la muerte. Hace seis años, mientras el alemán esquiaba con su hijo en los Alpes franceses, sufrió un duro accidente: golpeó su cabeza contra una roca, lo que le provocó traumatismo craneoencefálico severo, con hematomas intracraneales y edema cerebral difuso.
Pasaron los meses hasta que, en junio de 2014, luego de pasar todo ese tiempo en estado de coma, uno de los mejores pilotos en la historia de la Fórmula 1 fue traslado a una clínica en Suiza donde comenzó un largo proceso de rehabilitación que sigue hasta hoy.
Pocas son las personas que pueden tener contacto con Schumacher. Y una de ellas, claro, es su esposa, Corinna Betsch, que rompió el silencio y le brindó una entrevista a la publicación alemana She’s Mercedes Magazine, en la que dio algunas precisiones sobre el estado actual de salud de su marida.
«En este momento está en las mejores manos posibles y nosotros estamos haciendo todo lo posible para ayudarlo. Puede estar seguros de ello”, expresó Corinna en diálogo con el medio germano.
Desde que sucedió el accidente que lo dejó es una situación muy delicada de salud, nunca se filtraron imágenes de Michael Schumacher en los diferentes lugares de internación donde estuvo. Tampoco de sus traslados o fotos que pudieron haber circulado por las redes sociales.
Según la propia esposa del ex piloto de F1, uno de los particulares pedidos del alemán están relacionados a que nada de su recuperación sea expuesto. “Traten de comprender solamente que estamos siguiendo la voluntad de Michael de mantener en secreto su estado de salud”, mencionó la mujer del corredor.
En los últimos tiempos, Schumacher fue varias veces trasladado a una clínica en Francia. Según cuentan los reportes de la prensa alemana, el lugar elegido para el tratamiento especial es el Europeo Georges Pompidou, de París. En el recinto mencionada, el ex piloto alemán realizaría un método en el que se le darían infusiones de células madre para mejorar las funciones cerebrales.
Casados en 1995, el año en el que Schumacher conquistó su segundo título de la categoría a bordo de un Benetton, Corinna y Michael tuvieron dos hijos: Gina-Maria, de 22 años, que es fanática de la equitación al igual que su madre y que se convirtió en una estrella de la disciplina. Es más, a principios de este año, la joven fue parte del equipo de Alemania que se consagró campeón en el Campeonato Europeo de jineteada.
Por su parte, Mick, que ya cumplió los 20 años, es una de las grandes promesas del automovilismo: en 2018 se consagró campeón de la Fórmula 3 Europea y se espera que en el 2020 pueda competir en la Fórmula 2, el paso previo a ser protagonista en una escudería de la máxima categoría del planeta.