El 18 de enero de 2011 el rostro de la modelo y ex reina de bellezaq Juliana Sossa Toro no lucía como en los comerciales o concursos de belleza en los que había participado.
Asustada y con signos de haber llorado, la joven colombiana fue presentada al lado de un narcotraficante mexicano llamado Jose Jorge Balderas Garza «El JJ», acusado de haber disparado en contra del futbolista paraguayo Salvador Cabañas en una discoteca. Juliana era señala como la pareja sentimental, de Balderas Garza que pertenecía al grupo del violento narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, «La Barbie», ex lugarteniente del extinto capo Arturo Beltrán Leyva, «El Barbas,» y tenía bajo su responsabilidad la distribución de cocaína en el Estado de México.
Durante el certamen de Reinado Nacional del Turismo 2008 de Colombia, Juliana, la representante del Departamento de Antioquia, se describió como una universitaria en Ciencias de la Comunicación orgullosa de ser profesional, espontánea, y sin ninguna decepción que la hubiera marcado hasta entonces.
En su perfil de Facebook la modelo publicó que hablaba español, italiano e inglés, y entre sus libros favoritos incluyó el texto Amar o depender: Cómo superar el apego afectivo y hacer del amor una experiencia plena y saludable, de Walter Riso.
Sus ojos azules, su piel de color trigueño, su cabello castaño oscuro, 1.73 metros de estatura, 53 kilos de peso, y medidas 92-59-90, no fueron suficientes para ganar el certamen en el que quedó colocada entre las cinco finalistas.
Sin embargo, fue el despegue para que iniciara una exitosa carrera como modelo de al menos 20 marcas de ropa femenina, especialmente deportiva, baño e íntima y tenía un nivel de vida de clase media alta en la ciudad de Medellín.
«Los ingresos le daban para mantener a su mamá y a su hermanita menor en un barrio residencial de estrato alto», dijo entonces a El Tiempo, de Colombia, el fotógrafo de moda Felipe Restrepo.
El portal también comprobó que la modelo no se graduó de comunicadora social de la Corporación Universitaria Remington de Medellín, como se lo informó a la policía mexicana, sólo se matriculó en 2004 en dicha institución de nivel técnico, «para contaduría, pero no concluyó el primer semestre y tampoco pagó la matrícula».
De acuerdo con la policía, Juliana había viajado a méxico al menos en cinco ocasiones en dos años. Sus amigos no se explicaban su relación con el narcotraficante mexicano, ya que unas semanas antes de su detención había terminado una larga relación en su país natal.
«El JJ», quien estaba prófugo desde enero de 2010 fue capturado en la lujosa zona de Bosques de Chapultepc, en la capital mexicana. Sossa Toro había revelado a través de su cuenta de Facebook que vivía en esta área, misma en la que fue arrestada junto con el narcotraficante.
La detención de Juliana causó revuelo en las redes sociales, mientras algunos de sus contactos la empezaron a bloquear, otros integraron un grupo de apoyo para exigir su liberación y deslindarla de cualquier relación con el narcotraficante.
Después de ser detenida fue trasladada al Centro Federal de Readaptación Social Número 4, en Tepic, Nayarit, donde también estuvo recluida la famosa narcotraficante Sandra Ávila Beltrán «La Reina del Pacìfico».
Fue liberada en abril de 2011, luego que un juez federal determinara que no existían pruebas que la involucraran con el caso Cabañas.
Posteriormente fue trasladada por agentes federales a la estación migratoria Las Agujas, en la Ciudad de México, donde quedó a disposición del Instituto Nacional de Migración. Se supo que había contratado los servicios de un abogado para tramitar un amparo que impidiera su deportación a Colombia.
En marzo de 2019 en una entrevista a Caracol, aseguró que su llegada a México se dio gracias a un contrato de modelaje y que decidió quedarse en el país porque también estaba estudiando actuación.
Sobre su relación con «El JJ» señaló que lo conoció en una cena a la que fue invitada por un amigo colombiano y «me pareció una persona de lo más normal, muy caballeroso», también se presentó con otro nombre, además de que siempre se portó de manera muy caballerosa.
Fuente: Infobae