El avance del rol femenino en la sociedad se nota un poco más que ayer, en cada espacio. Las disciplinas deportivas no son la excepción. Ivanna Herrera Loto, oriunda de la ciudad de La Banda, lo demuestra en la apuesta que tomó hace cuatro años para su vida.
El atletismo a nivel nacional tiene alto porcentaje de amateurismo, entre ellas una de las más atractivas y consumidas mundialmente, el maratón. Siendo una de las disciplinas que data del año 490 DC, es deporte olímpico desde 1896, pero en el país atreverse a ser una protagonista del rubro implica mucho más que talento.
Con la pandemia sobre nuestras espaldas, miles de deportistas llevan a cuesta su entrenamiento y cuidado desde sus casas. Esto implica desarrollar actividades de alto impacto y un gasto fuera de planes en cuanto a dieta y mantenimiento del cuerpo.
Aunque Santiago del Estero ya se encuentra en Fase 5 -que habilita las salidas- la tarea aún se torna difícil para atletas como Ivanna, que comenzó este año con la vara muy alta: prepararse para la batalla de clasificar a competencias internacionales.
Con 35 años, es entrenadora de running pilates, spinning y musculación, y hace cuatro que el entreno se volvió dos momentos exactos en el día a cumplir. Liberada de la presión de estar a tiempo completo en su casa, su futuro ahora tiene nombre de Mundial, Panamericano o Juego Olímpico.
Bajo la dirección de Darío Núñez (entrenador olímpico certificado), el entreno y las aspiraciones se tornaron aún más profesionales. Teniendo en cuenta que es un deporte de alto rendimiento, necesita dedicación full time. A sabiendas que llevar una vida la deja fuera del sistema laboral formal.
Entreno
Un día para Ivana inicia a las 7 am, donde despierta, desayuna, y hace el primer turno de entreno. Al regreso a su casa, se da un baño, comparte desayuno con la familia, se ocupa de la casa, el almuerzo y colegio de su hijo (de 7 años). Por último aprovecha para descansar unos 40 minutos o 1 hora, para inmediatamente arrancar con el segundo turno.
Generalmente los lunes, miércoles y viernes se suma la actividad de su propio grupo running, llamado “Ellas Corren Santiago”. Pero el día no finaliza por completo allí. De nuevo en el hogar, pasa momentos con su hijo y esposo, realiza la cena, y finalmente tras toda la rutina, procede a descansar para otro día. Incluso, en ocasiones las rutinas se multiplican por tres turnos.
Pasado y presente
El 2019 fue un año de consagraciones. Con 30 carreras realizadas, muchas fuera de la provincia, Ivana pudo entrar definitivamente en el circuito de alta competición, y ponerse en pleno estado físico. Pero, marzo de este año, provocó que todo lo adquirido se congele. Entre ellos irse a vivir con su familia a España, donde se encontraba su entrenador y comenzarían la preparación a los juegos internacionales.
Con la edad justa, ya que el ciclo de la mujer maratonista tiene su mejor momento entre los 30 y 44 años, Ivana volvió a las pistas de a poco tras pasar unos 80 días entrenando en su departamento. Prepararse mentalmente fue fundamental para hacer todos esos kilómetros que a diario marcaba, en un espacio reducido.
Sin siquiera cinta para correr, acondicionó su hogar para no dejar caer los sueños, porqué si de algo está preparada, es de tenacidad, sacrificio y constancia. Condimentos que nutre y son el talento para llegar a ser una gran deportista. Aquella que algún día vista los colores del país, en nombre del maratón.