«La fraternidad entre Chile y Argentina fue lo que hizo posible la gesta de los Andes»

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Este 12 de febrero, los presidentes de Chile y Argentina, Michelle Bachelet y Mauricio Macri, encabezarán el acto conjunto por el Bicentenario de la batalla de Chacabuco,feliz desenlace de una proeza; esa que el gobernador real de Chile, Casimiro Marcó del Pont, consideraba sencillamente imposible y que por lo tanto lo tomó de sorpresa: el cruce de Los Andes con un ejército de más de 5.000 hombres, por seis pasos diferentes a lo largo de 700 kilómetros, en un recorrido de 500 kilómetros en unos 20 días, para concentrarse luego en la cuesta elegida por San Martín, enfrentar y batir al enemigo.

En palabras de nuestro embajador en Chile, «será un programa importante pero sencillo y acotado, un programa que en realidad se inició el 24 de enero, el día que el presidente argentino, Mauricio Macri, gobernadores y autoridades se reunieron en El Plumerillo para despedir a las fuerzas militares de Chile y Argentina que reprodujeron el cruce de Los Andes por los dos principales pasos: el que utilizó San Martín, el de Los Patos, en la provincia de San Juan, y el que hoy se llama del Cristo Redentor, por Mendoza, que fue el que usó Gregorio de Las Heras».

«Por otra parte, ha habido diversos actos y ceremonias -agrega Bordón- y el acto principal tendrá lugar el domingo 12 a las 19:45 en el espacio que ocupa el monumento que rememora la batalla, a mitad de camino entre la localidad de Los Andes y la capital, a unos 40 minutos de Santiago».

Allí, explica, los dos presidentes, acompañados de ambos cancilleres y embajadores, de ministros y de las máximas autoridades, además de invitados especiales de Chile y Argentina, participarán de esta ceremonia «que no se va a extender más allá de las 21 horas». El lunes pasado, ambos protocolos estuvieron reunidos en el sitio donde tendrá lugar el acto para ultimar los preparativos.

¿Se rememora en Chile esta gesta al nivel que merece?, preguntamos a Bordón.

«Sí, está muy presente, le dan muchísima importancia, están muy atentos -responde el Embajador argentino-. Hay dos detalles que destaco. En la avenida Bernardo O’Higgins, más conocida como la Alameda, hay cuatro grandes esculturas, tres de patriotas chilenos y la de San Martín. Segundo: desde hace años se ha ubicado a (José Miguel) Carrera al nivel de O’Higgins, o sea que Chile, como lo hacen los países maduros ha decidido recuperar lo mejor de cada uno. Desde el punto de vista institucional, entonces, están San Martín y O’Higgins al mismo nivel que Carrera».

Alude así al enfrentamiento irreductible entre los dos jefes chilenos, un enfrentamiento del que el prestigio de San Martín fue en cierto modo una víctima indirecta ya que el jefe del Ejército de Los Andes siempre prefirió a O’Higgins.

«No hay que olvidar -agrega Bordón- que el propio O’Higgins le agradece a San Martín, lo reconoce como el gran Libertador, Cuando O’Higgins llega a Mendoza, San Martín estaba reunido con (Juan Martín de) Pueyrredón, el jefe de las Provincias Unidas del Río de La Plata, e instando a Tomás Godoy Cruz, que era el diputado por mi provincia, Mendoza, en el Congreso de Tucumán, para que se declarase la Independencia lo antes posible, ya que no quería entrar a Chile como un sedicioso sino como jefe del Ejército de una Nación independiente. Partimos hacia Chile con el orgullo de ser el único ejército independiente de nuestro continente».

En opinión del Embajador, aquella fue «una querella más chilena que argentina y ya fue resuelta por los chilenos y tanto el canciller (de Chile) como los alcaldes, todos reconocieron el espíritu de fraternidad entre Chile y Argentina que fue lo que hizo posible esa gesta; el mismo espíritu que expresan hoy los voluntarios argentinos que vinieron a colaborar en el control de los incendios».

Justamente, agrega, «la sobriedad de las conmemoraciones de este bicentenario de Chacabuco está definida por los difíciles momentos que está viviendo Chile».

«Le estamos dando importancia, pero sobre todo tratando de concentrarnos en el espíritu de epopeya. Sobriedad y emotividad son las notas esenciales de estas conmemoraciones», dice Bordón quien se siente doblemente convocado, «como ex gobernador de Mendoza y hoy como embajador en Chile».

«La batalla de Chacabuco se enseña como modelo de estrategia en muchas academias militares del mundo», señala con orgullo.

Y, volviendo al tema de la confraternidad, concluye: «Recordemos también que San Martín va a Perú como general de Chile. Lo que hay que rescatar es ese espíritu. No hay independencia si no se trabaja juntos. Hoy es lo mismo».

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