Hay varias historias que giran por las redes sociales de personas que viven con animales salvajes, como tigres o víboras, pero ninguna es tan parecida a un cuento de hadas como la de Svetlana y Yuriy Panteleenko, una pareja rusa que decidió adoptar un oso huérfano, y que hoy es parte de la familia. Entre sus actividades favoritas están mirar la tele en el sillón y tomar el té con los humanos, y hasta ayuda con las tareas domésticas como regar las plantas.
Stepan es un oso grandote que pesa 136 kilogramos y mide más de 2 metros de altura. Sin embargo, fue adoptado por la pareja rusa cuando tenía apenas 3 meses. Había sido encontrado por cazadores en el medio de un bosque, abandonado y en malas condiciones. Svetlana y Yuriy optaron por cuidarlo y devolverle la salud, además de darle un hogar de por vida.
Viven en Moscú, y llevan una vida muy normal, salvo por el hecho de que viven con un oso gigante en su casa. Está totalmente domesticado: Stepan se sienta con la familia en la mesa para cenar o tomar el té, le gusta abrazar y que lo abracen -especialmente cuando se acurruca con la pareja para ver televisión a la noche- y hasta los ayuda con las tareas domésticas de la casa. ¿Su preferida? Regar las plantas.
«Stepan adora a la gente con toda su alma y es un oso muy sociable. A pesar de lo que pueda llegar a pensar la gente, no es para nada agresivo», asegura Svetlana Panteleenko. Además, asegura que ellos nunca recibieron una mordida por parte del animal -salvo alguna ocasional y suave cuando juegan, como cualquier otra mascota como un perro o un gato-. La pareja dice que su temperamento dócil se debe a que conviven con el animal hace más de dos décadas, y que por eso es extremadamente amable y le gusta abrazar.
Pero, a pesar de todas las ventajas de compartir la casa con un animal de semejante tamaño, mantenerlo no debe salir nada barato. Stepan consume 25 kilogramos de pescado, verdura y huevos por día. Su plato preferido es una lata de leche condensada, ya que es un fanático de lo dulce.
Otro de sus pasatiempos favoritos es jugar al fútbol. También disfruta del aire libre y salir de picnic con su familia. Es muy sociable y cariñoso, producto de su domesticación, como aclaran sus dueños: «A Stepan no hay nada que le guste más que acurrucarse con nosotros. Ama a la gente y no les tiene miedo a los extraños».