El 2018 fue un año de retroceso para la actividad industrial y de estancamiento para la construcción. Los datos de diciembre marcaron para las fábricas un derrumbe de 14,7% y una baja en las obras tanto públicas como privadas de 20,5%, según informó este martes el Indec.
La industria manufacturera fue así uno de los sectores más perjudicados por la recesión económica, ya que acumula ocho meses consecutivos con una caída en su actividad. El dato de diciembre (-14,7%), fue el peor desde junio de 2002, cuando había sido de 15,7%.
Los rubros que más sintieron el impacto fueron el textil, que terminó cayendo a ritmo de 36% en diciembre y 10,7% durante todo el año, equipos de informática, televisión y componentes electrónicos (-31%), muebles y colchones (-31%), maquinarias y otros equipos (-29%), vehículos (-25%) y plásticos e industria del metal, ambos con 21% de declive. Otros rubros como la fabricación de motocicletas llegaron a tener hasta 76% de retroceso.
La construcción, por su parte, lleva cuatro meses seguidos con descenso en sus niveles de actividad. El dato de diciembre fue peor aun que el de noviembre, cuando el declive había sido de casi 16%.
En este caso, no es necesario ir tan atrás en el tiempo para encontrar una contracción de esta magnitud. En octubre de 2016, por caso, hubo una caída en el indicador de la construcción de 20,7%.
Los datos del consumo de los insumos para la construcción en diciembre muestran, con relación a igual mes del año anterior, bajas de 40,3% en artículos sanitarios de cerámica, 39,8% en asfalto, 36,3% en pisos y revestimientos cerámicos, 32,2% en ladrillos huecos.
El informe del Indec también reflejó una destrucción de puestos de trabajo en el sector constructor. El último dato, hasta noviembre, marca una caída de 3,9% en comparación con el mismo mes del año anterior. Eso implica unos 18.000 empleados menos.
