Novak Djokovic, actual número dos del mundo en el tenis masculino, realizó una grave acusación en una entrevista con la revista GQ, donde aseguró que fue envenenado durante su estancia en un hotel de Melbourne en 2022. Según detalló el medio Mundo Deportivo, esta revelación añade un nuevo capítulo a la ya polémica relación entre el tenista serbio y Australia, país en el que logró coronarse en diez ocasiones como campeón del Open de Australia.
Esta denuncia, que aún no tuvo respuesta oficial de las autoridades australianas, fue realizada en el marco de una entrevista que será publicada íntegramente el 28 de enero. Según el medio, la revista ya contactó con las autoridades competentes para obtener comentarios, pero no se han emitido declaraciones al respecto.
El incidente mencionado por Djokovic ocurrió en un momento en que las políticas sanitarias y las restricciones migratorias en Australia estaban marcadas por la pandemia de Covid-19. En 2022, el gobierno australiano canceló su visado y lo deportó tras una larga disputa legal debido a su decisión de no vacunarse contra el coronavirus. Durante el proceso, Djokovic pasó varios días retenido en un hotel destinado a inmigrantes en Melbourne, un hecho que fue ampliamente criticado por el entorno del jugador y sus seguidores.
Djokovic calificó su deportación en 2022 como un acto motivado por intereses políticos: “No tenía nada que ver con la vacuna ni con el Covid ni con nada. Fue política. Los políticos no podían soportar que yo estuviera allí”.
En busca de un nuevo capítulo en el Open de Australia 2025
A pesar de las tensiones pasadas, Djokovic regresó este año a Australia con miras a participar en el Open de Australia 2025. Antes de su llegada a Melbourne, compitió en el torneo ATP de Brisbane y fue protagonista de un evento benéfico llamado “Djokovic and Friends”, que reunió a tenistas y celebridades en un espectáculo previo al inicio del Grand Slam.
Con estas recientes declaraciones, el serbio reaviva el debate sobre su paso por el país y la deportación que marcó su ausencia en el torneo de 2022. Las repercusiones de sus palabras, especialmente por la gravedad de la acusación de envenenamiento, podrían generar nuevas tensiones con las autoridades australianas, que aún no se han pronunciado.
Fuente Infobae