Es tan fácil como escribir en Google «masonería femenina argentina» para que aparezcan los links a páginas Web y de Facebook (así como de otras redes sociales) que nos llevan a información y fotos de mujeres vestidas como lo marca el ritual, totalmente de negro y con mandiles (como los masones llaman a sus delantales atados a la cintura y que representan los que llevaban los antiguos constructores de catedrales en la Edad Media) blancos y algunos con ribetes rojos. Son la mayoría mujeres jóvenes, y podemos hallar imágenes de masonas reunidas en San Miguel de Tucumán, La Plata, Ushuaia, entre otros lugares.
En la Ciudad de Buenos Aires, uno de los sitios de reunión es un edificio de dos plantas ubicado en Combatientes de Malvinas 3836, en una zona de casas bajas, a dos cuadras de la estación Echeverría del subte B. Afuera no hay nada que indique la actividad que se realiza en su interior. Ningún cartel que diga Masonería femenina. Allí nos encontramos con Mirta Kreng, Gran Maestra del Gran Oriente Simbólico Femenino de la República Argentina (GOSFRA), quien accede sin problemas a llevarnos al templo. Para llegar al recinto, que está listo para realizar una tenida, pero en este momento no hay nadie, hay que subir un piso por una escalera estrecha. El lugar tiene capacidad para unas cien personas. Está pintado mayormente de color rojo, salvo el techo, que simboliza el cielo y donde están representados el Sol y las estrellas. Hay tres sillones donde se sientan las autoridades principales de una logia, y en el medio del salón hay tres candelabros que rodean un pequeño altar donde está depositada una Biblia. Aquí se congregan las logias llamadas Alicia Moreau de Justo, Alma Femenina e Isis, además de la itinerante Fénix.
La Gran Maestra, que en su vida profana trabaja en la industria textil, relata a Télam que «cuando yo ingresé, hace más de quince años, éramos sólo 23 las masonas argentinas. Ahora, si contamos sólo las pertenecientes al GOSFRA, existen logias en Capital Federal, Rosario, Lomas de Zamora, Tucumán, Salta, Jujuy, Córdoba y Ciudad del Este (Paraguay). También hay triángulos (que en el idioma masónico se dice de logias que no han levantado columnas, es decir, que no han sido oficialmente inauguradas) en Ushuaia, Catamarca, Neuquén, Posadas, Mar del Plata y Paraná.»
-Vimos por las fotos en su página de Facebook que hay mucha gente joven. ¿A qué se dedican? ¿Cómo llegaron a la masonería?- le preguntamos.
-Es así. Hay muchas jóvenes. Aproximadamente el 50% se contactaron a través de las redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram) y el resto porque algún familiar, como puede ser el padre, marido o hijo, ya es masón. Tenemos amas de casa, profesionales, empleadas administrativas. Incluso políticas.
-Denos un nombre, por favor, de estas últimas.
-No puedo de ninguna manera. Los masones, sean hombres o mujeres, pueden decir de ellos mismos, si así lo desean, su condición de tal. Pero jamás revelar la identidad de un hermano o hermana.
-¿Y mujeres famosas que lo hayan sido?
-Madame Curie, Gabriela Mistral y, en la Argentina, Juana Manso. Sólo por citar algunas.
-¿Qué busca una mujer al ingresar en la masonería?
-La búsqueda del perfeccionamiento interior. Somos librepensadoras y buscamos el progreso. No somos una sociedad secreta. Sin ir más lejos, usted nos encontró sin problemas. No nos ocultamos. Por una cuestión de discreción no revelamos, por ejemplo, las tareas solidarias que realiza nuestra institución.
La página en Facebook del GOSFRA está en http://bit.ly/298sH6s y tiene el perfil @gosfra en Twitter y la página http://www.gosfra.org.ar, pero ésta es sólo para establecer contacto y no hay mucha información. En Instagram están en http://bit.ly/29gliEu.
La primera logia femenina que se fundó en la Argentina, el 15 de agosto de 1997, se llama Tres Rosas N° 1 y se congrega todos los miércoles en la Ciudad de Buenos Aires. Pertenece a la otra entidad que agrupa masonas en el país, la Gran Logia Femenina Argentina (http://bit.ly/29dWEYO) y en su página se informa que la sede está en Anchorena 1676.
Ésta posee logias en las ciudades de Buenos Aires, Mendoza y Mar del Plata, así como también una itinerante, la Hypatia N° 7, dedicada a la docencia masónica en diversos puntos de la Argentina y países vecinos. Al cierre de la edición de esta nota, no fue posible entrevistar a la Gran Maestra de la Gran Logia Femenina, por hallarse ella de viaje, según fue informado.
Con respecto a la organización de la masonería femenina cabe aclarar que mantiene una estructura similar a la masculina, es decir, con grados. Se ingresa, tras un rito de iniciación, como aprendiza, luego se es compañera y, finalmente, se llega a maestra. Estos tres primeros son los que se consideran grados simbólicos. Luego, si la masona así lo desea, puede ingresar en el filosofismo, que comprende los grados del 4 al 33. Cada uno de ellos tendrá sus propios códigos de identificación gestuales, así como palabras, todos secretos.
La primera gran logia masculina, la inglesa, el año que viene cumplirá 300 años. En aquella época, era más fácil mantener un secreto para los hermanos de la escuadra y el compás. Pero, en estos tiempos de YouTube y la Web, ¿quedan algunos secretos a salvo?
Fuente: Telam