“Hijo de puta ahora vas a sentir culpa… Vas a pagar por cada gota de sangre de tus hijos”. Esa habrían sido algunas de las palabras que escribió en una carta Nadia Gisel Fucilieri antes de asesinar a sus hijos Marcelino Martínez (de 4 años) y Pía del Rosario Martínez (2) e intentar suicidarse. La madre de 29 años, que quedó aprehendida en el Hospital Padilla, había superado el martes una pericia psicológica que se le había ordenado realizar por los problemas que tenía con su ex pareja Aldo Martínez, a quien estaba dirigida la misiva.
El drama se desencadenó antes de las 9, en un domicilio de Santa Fe al 1.800. Una pariente, como lo hace todos los días, pasó por la casa de la joven, que es enfermera, a retirar a los niños para llevarlos al jardín. Ingresó a la casa y se encontró con un desgarrador cuadro. La joven estaba sangrando y los dos pequeños yacían sin vida en una cama. Avisó a la Policía, que arribó poco después y detuvo a la madre.
La carta sin manchas
Intervienen en el caso el fiscal Diego López Ávila, y la División Homicidios. Lo primero que se encontró en el comedor de la vivienda fue la carta que Nadia Fucilieri le escribió a su ex, con quien estaba separada desde enero. No había restos de sangre en el papel, por lo que se cree que redactó esa nota antes de acabar con la vida de los pequeños, dijo una fuente.
Después se habría dirigido a la habitación de los niños. Allí, con un bisturí, le habría aplicado dos certeros cortes en el cuello a Marcelino, que estaba durmiendo. Al parecer, Pía del Rosario se despertó y allí habría sido atacada por la madre. Se sospecha que fue así porque la pequeña presentaba diferentes heridas defensivas en su cuerpo y en el cuello. Luego la madre habría intentado quitarse la vida cortándose los brazos y lesionándose la garganta, pero no pudo cumplir con su cometido.
“No sabemos qué pasó. Sabíamos que no estaban bien, pero de ahí a que haga algo así esa chica es incomprensible”, señaló María Laura, vecina de la joven enfermera. “Nos queríamos morir cuando nos enteramos de la noticia. Tenía problemas con su ex, pero jamás pensamos que tomaría una decisión así”, contó Mariela, amiga de la joven.
Orden de restricción
Se sabe que ella había logrado que se le dictara una orden de restricción por violencia de género en el fuero penal. Silvia Furque, abogada de Martínez, aseguró que fue porque él le arrojó un vaso de gaseosa en el rostro.
Semanas atrás, Martínez y Fucilieri se reunieron en una audiencia para tratar de resolver el conflicto judicial que los enfrentaba. Ella había iniciado un juicio por alimentos; él por un régimen de visitas para volver a ver a los chicos después de más de nueve meses. Allí no se arribó a un acuerdo porque la enfermera, por recomendación de su abogada, no aceptó los $ 15.000 que ofreció pagar el padre de los niños, según contó Furque.
En esa reunión se le habría ordenado realizar el examen psicológico. Según confirmaron fuentes judiciales y Furque, no sólo habría superado la pericia, sino que los especialistas le dijeron que trataba bien a sus hijos.
Ayer, mientras esperaba que los peritos terminaran de hacer su trabajo, Martínez, productor agropecuario, no se cansó de gritar mientras no cesaba de llorar: “y ahora qué me dirán en la Justicia. Todo lo que intenté hacer no sirvió de nada porque nadie me escuchó”.
Internada
la enfermera aún no pudo declarar
Después de ser encontrada en la casa con los cuerpos de sus hijos, Nadia Gisel Fucilieri fue trasladada al Centro de Salud para que la atendieran de las heridas que se había provocado con el mismo bisturí que habría asesinado a los pequeños. Cerca del mediodía fue dada de alta, pero se la llevaron al Hospital Padilla para que recibiera atención psquiátrica. Los médicos establecieron que no podía ser trasladada a una dependencia policial porque había perdido mucha sangre y podía descompesarse. Por ese motivo, quedó internada con custodia policial y de especialistas, ya que temen que pueda intentar quitarse nuevamente la vida.
Internada
La enfermera aún no pudo declarar
Después de ser encontrada en la casa con los cuerpos de sus hijos, Nadia Gisel Fucilieri fue trasladada al Centro de Salud para que la atendieran de las heridas que se había provocado con el mismo bisturí que habría asesinado a los pequeños. Cerca del mediodía fue dada de alta, pero se la llevaron al Hospital Padilla para que recibiera atención psquiátrica. Los médicos establecieron que no podía ser trasladada a una dependencia policial porque había perdido mucha sangre y podía descompesarse. Por ese motivo, quedó internada con custodia policial y de especialistas, ya que temen que pueda intentar quitarse nuevamente la vida.
La Gaceta