El viaje de MARCELO TINELLI a Esquel para realizar allí la cuarentena durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio impuesto por la pandemia de coronavirus resultó difícil de principio a fin.
La decisión del conductor de viajar hasta allí junto a su familia ya había desatado una fuerte polémica, debido a que Tinelli vive en la Ciudad de Buenos Aires.
Pero tampoco el regreso a Capital fue sencillo. Decidido a volver, ya avalado legalmente, dispuso esta vez hacerlo por tierra. Sin embargo, varios desperfectos técnicos lo obligaron a dar marcha atrás en su intención de regresar y debió pasar la noche del lunes en su propiedad de Esquel.
Para pasar inadvertido, el conductor había elegido un camino alternativo conocido como el de “Los Rifleros” y que tiene su ingreso por la pequeña y coqueta localidad de Trevelin, ubicada a 12 kilómetros de Esquel. Es un camino de ripio que conduce a la ruta 40 y de allí, a la 25 para iniciar un recorrido de casi 2.000 kilómetros hasta la Ciudad de Buenos Aires, donde reside.
El camino de Los Rifleros (con el que Tinelli evitaba ser visto a la salida de Esquel) es de ripio. Y al parecer, eso le jugó una mala pasada. Según informaciones recogidas por un medio porteño y que también publican medios locales, habría pinchado una cubierta a poco de salir. Y decidió regresar para no correr el riesgo de continuar el viaje sin rueda de auxilio.
Con el vehículo en condiciones, esta mañana partió rumbo a Buenos Aires, esta vez ya sin contratiempos, según afirmaron medios locales.
El Tribuno
