La OMS instó a Japón a prohibir alimentos de las zonas afectadas

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.Contaminada. La espinaca es uno de los vegetales más afectados por la radiactividad y ya fue retirada del consumo (AP).

Ginebra, Tokio

. El gobierno de Japón necesita actuar con suma urgencia y prohibir sin dudar la venta de alimentos de las áreas que rodean la planta nuclear de Fukushima si tienen niveles excesivos de radiación, recomendó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que la radiación en algunas muestras de leche y vegetales japoneses era “significativamente superior” a los niveles que Japón aprueba para consumo, en tanto que las autoridades japonesas preveían decidir recién para hoy un plan para limitar la distribución de alimentos provenientes de las áreas afectadas.

Un portavoz de la OMS dijo que la comida contaminada representa un riesgo a largo plazo para la salud de los pobladores, un riesgo que es mayor que las partículas radiactivos en el aire, las cuales se dispersan en cuestión de días.

“Van a tener que tomar algunas decisiones rápidamente en Japón para impedir el consumo de comida proveniente de zonas que podrían estar afectadas”, declaró ayer Gregory Hartl, portavoz de la OMS en Ginebra.

“El consumo reiterado de ciertos productos va a intensificar los riesgos para la salud humana, a diferencia de la radiación en el aire que ocurre una vez y desaparece cuando llueve”, agregó Hartl.

Medidas. El gobierno japonés ya detuvo la distribución de leche de una zona y de espinacas de otra, y dijo que halló contaminación en dos vegetales más, la canola y una especia de crisantemos comestibles, en otras tres prefecturas.

El domingo, el Ministerio de Salud de Japón recomendó a los habitantes de una villa de la prefectura de Fukushima que no bebieran agua del grifo porque contenía yodo radiactivo. No obstante, recalcó que la cantidad no representaba riesgos para la salud. El domingo, se informó que, además de yodo, encontraron en el agua restos de cesio.

Los científicos creen que el hecho de que la Unión Soviética no impidiera que los niños que vivían alrededor de la planta nuclear de Chernobyl bebieran leche después de la explosión del reactor en 1986 provocó miles de casos de cáncer de tiroides.

El temor de que los productos japoneses pudieran ser peligrosamente radiactivos ya ocasionó que las autoridades chinas ordenen hacer pruebas a las importaciones de alimentos de Japón, según informó ayer la agencia oficial de noticias Xinhua.

Fuente: La Voz del Interior

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