El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió «diálogo» en Venezuela para evitar un «desastre» en el país caribeño, que atraviesa una fuerte crisis política y económica. Las declaraciones de Guterres se producen después de que el líder de la Asamblea Nacional Juan Guaidó se autoproclamara presidente interino del país gobernado por el chavista Nicolás Maduro.
«Lo que esperamos es que el diálogo sea posible y evitar una escalada que nos llevaría a un tipo de conflicto que podría ser un desastre para el pueblo de Venezuela y para la región», dijo el jefe de la ONU en el Foro Económico de Davos, Suiza.
«Los gobiernos soberanos tienen la posibilidad de decidir lo que quieran. Lo que nos preocupa en la situación de Venezuela es el sufrimiento del pueblo», afirmó.
El miércoles fue un día marcado por el recrudecimiento de la tensión y la violencia en Venezuela, con multitudinarias marchas tanto en contra como a favor del régimen chavista que terminaron con al menos 16 muertos, decenas de heridos por la represión y con detenidos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ese mismo día el opositor Guaidó, líder parlamentario, se autoproclamó presidente interino con el reconocimiento de Estados Unidos y otros países del continente, entre ellos la Argentina. Frente a esta situación Maduro rompió relaciones con el gobierno de Donald Trump y le dio 72 horas a los diplomáticos estadounidenses para abandonar el país, aunque los funcionarios no se irán.
Guterres evitó pronunciarse sobre la autoproclamación de Guaidó y pidió una investigación «transparente e independiente» sobre la violencia en las protestas, que según datos de la CIDH terminaron con al menos 16 muertos. Llamó a «disminuir las tensiones» en Venezuela y pidió que haya «un diálogo político inclusivo y creíble, con pleno respeto al Estado de Derecho y los Derechos Humanos».
En diálogo con TN.com.ar los analistas internacionales Ariel Goldstein, Joaquín Harguindey, Jorge Castro y Andrés Cisneros hicieron sus previsiones con respecto a qué le espera a Venezuela en los próximos días.
«Hay un conflicto abierto muy fuerte en la región», dijo Goldstein. «Por un lado, aparece la comunidad internacional respaldando a Guaidó, una figura de la oposición muy fuerte que surgió del partido Voluntad Popular de Leopoldo López. Por el otro, está Maduro un poco más aislado que antes por el reconocimiento internacional que le quitaron», consideró.
Dijo además que mientras las Fuerzas Armadas de Maduro no rompan la cadena de mando por el momento se va mantener una mayor presión de los países de la región sin un cambio sustancial en el cuadro político. «Por más condena internacional que exista, hasta que no haya un tipo de transición ordenada entre oposición y oficialismo en el interior de Venezuela me parece que nada va a cambiar, excepto que sea a través de un episodio de violencia», estimó Goldstein.
Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela y recibió el reconocimiento de varios países, entre ellos Estados Unidos y la Argentina.
Con respecto al punto de vista estadounidense Harguindey explicó que Trump sigue la línea de Barack Obama de presionar el gobierno venezolano y derribar el gobierno de Maduro para que haya una transición democrática.
Tras reconocer a Guaidó como «presidente interino» Trump no descartó la posibilidad de una intervención militar en el país sudamericano. No obstante, para el analista, esta no es un alternativa viable: «Los asesores del presidente estadounidense lograron convencerlo de que es una mala idea. El mandatario sabe que la transición sería caótica y que la capacidad para mantener un Estado sería limitada».
En ese sentido consideró que «Estados Unidos podría también presionar con las remesas». Aunque esa estrategia le genera dudas. «Dudo mucho que la Casa Blanca quiera avanzar por este camino, porque esto es lo único que mantiene en pie la economía venezolana y sería un castigo más sentido por la población que para el liderazgo», estimó.
En tanto que Castro consideró que este miércoles ocurrió un hecho nuevo, que es el carácter multitudinario que adquirió la manifestación en contra de Maduro y a favor del presidente de la Asamblea Nacional. «El respaldo que tiene Guaidó es totalmente abrumador y es consecuencia de la masividad del rechazo al gobierno chavista en las calles de Venezuela», aseguró.
En este marco habló de un «dato cualitativo a tener en cuenta»: la reacción de lo que ocurrió en la manifestación que recibió a Guaidó provino de los sectores más marginales y pobres de la sociedad venezolana.
Mientras que el exvicecanciller Cisneros consideró: «Hay un régimen que no da más y que perdió la autoridad de su pueblo. No se cae de un día para el otro, esto tarda un tiempo y hay factores que pueden ayudar en una dirección o en otra».
«Si esto sigue así, sin resolverse, las Fuerzas Armadas van a tener que tomar una decisión. Hay un debate silencioso en los cuarteles», indicó el analista. Explicó que los uniformados tienen mucha importancia en el país porque hace muchos años manejan la economía «de manera corrupta».
«Supongo que lo que hay ahora es una negociación de los militares venezolanos con el gobierno de los Estados Unidos sobre qué pasa si dejan caer a Maduro y facilitan el llamado a elecciones», analizó Cisneros. Por este motivo señaló que Guaidó prometió una amnistía a los uniformados que lleven adelante este plan.