Los bloques de diputados del Frente para la Victoria, el Frente Renovador, Argentina Federal y otros sectores de la oposición entablaron hoy un sorpresivo acuerdo para quitarle a Cambiemos un lugar en el Consejo de la Magistratura, una maniobra que dejó al oficialismo lejos de tener número para remover jueces.
Fuentes parlamentarias confirmaron a NA que los opositores sumaron 131 firmas -más de la mitad del cuerpo- en un documento que presentaron ante el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó.
En ese escrito, propusieron a Eduardo «Wado» De Pedro (FPV) y a Graciela Camaño (FR) como titulares, y a Vanesa Siley (FPV) y Martín Llaryora (Córdoba Federal) como suplentes.
El oficialismo, que tenía pensado mantener a Pablo Tonelli (PRO) y a Mario Negri (UCR), debió aceptar la jugada opositora y quedó con una sola silla, que fue para el macrista, quedando afuera el radical cordobés.
Graciela Camaño y Wado de Pedro
Los criterios
La ley establece que la «mayoría» coloca a dos consejeros y el restante va por la «primera minoría», por lo que los opositores hicieron valer el mismo criterio al que había apelado el oficialismo en 2015 para nombrar a Tonelli. Además, tenían otro antecedente a favor reciente, ya que este jueves el Senado avaló un principio similar para que el bloque Justicialista, acompañado por otras bancadas, se declarara mayoría y colocara dos consejeros: Miguel Ángel Pichetto y Ada Iturrez.
Sin margen para protestar, Monzó firmó la nota que enviará al Consejo de la Magistratura con los nombres de los tres nuevos integrantes del órgano encargado de la remoción y designación de jueces.
Emilio Monzó
Las diputadas de la UCR Karina Banfi y Brenda Austin apuntaron a la oposición y consideraron que el pacto opositor fue para conseguir «impunidad» en la Justicia.
El mandato de los consejeros vence el próximo lunes y está previsto que el martes a las 18 se realice la ceremonia de asunción de los nuevos miembros.
Con esta pérdida en Diputados y la frustración de su plan de sumar otro espacio en el Senado, el frente Cambiemos tendrá muy complicado llegar a una mayoría de dos tercios que le permita remover jueces dentro del Consejo de la Magistratura, que tiene 13 miembros.
A partir del lunes, cuando comiencen los nuevos mandatos, el oficialismo tendrá siete votos, entre propios y aliados, lejos de los nueve que añoraba para esa mayoría casi automática.
De los otros seis, cuatro serán legisladores de la oposición, más el académico Diego Molea y el juez Alberto Lugones, que no están alineados con el gobierno.
El acuerdo que logró la unidad del peronismo
Al menos por un rato, todos los sectores del peronismo se unieron en la Cámara baja bajo un mismo objetivo, más allá de las diferencias electorales, que por un momento amenazaron con frustrar el acuerdo.
En el documento entregado a Monzó confluyeron el Frente para la Victoria, el Frente Renovador, parte de Argentina Federal, el Frente Cívico por Santiago, el interbloque Red por Argentina de Felipe Solá, Córdoba Federal y otros peronistas provinciales.
Las negociaciones comenzaron este jueves por lo bajo, alentadas por el kirchnerismo, para sacarle al Gobierno el control del Consejo, un órgano clave de poder en el ámbito judicial.
El Frente Renovador colocó a la presidenta de su bloque de diputados, Graciela Camaño, con el aval de Sergio Massa, que habría intercedido personalmente en la negociación para convencer a uno de sus aliados electorales, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, para que acompañe, a cambio de poner a Llaryora como suplente.
Agustín Rossi y Graciela Camaño
Para sumarlo, el partido del tigrense le dijo a Schiaretti que dentro de unos meses Camaño renunciará y Llaryora asumirá en su lugar.
Según señalaron a NA fuentes del FR, este acuerdo es netamente legislativo y no tiene implicancias a nivel electoral, ya que siguen en la vereda contraria al kirchnerismo.
El sector que mostró reparos al entendimiento fue el interbloque Argentina Federal, que preside el salteño Pablo Kosiner, hombre del gobernador JUAN MANUEL URTUBEY, abierto opositor a la expresidenta Cristina Kirchner.
Sin embargo, para no bloquear el pacto, Kosiner dejó que firmara su vice, Sergio Ziliotto, evitando quedar en un papel junto al Frente para la Victoria.
El Tribuno