Lo explicó de forma concisa e implacable en un mensaje en Twitter Edward Snowden: «Facebook gana plata explotando a sus usuarios y vendiendo detalles de la vida privada de millones de personas, mucho más allá de lo que postean voluntariamente. (Facebook) No es una víctima. Es cómplice».
El exespía hizo esa declaración al compartir la nota que el sábado golpeó fuerte a Facebook. The New York Times reveló cómo la empresa Cambridge Analytica, la consultora que asesoró a Donald Trump en su campaña presidencial, consiguió los datos de millones de usuarios de la red social y los usó para identificar la personalidad de los votantes e influir en su comportamiento. La noticia hizo que las acciones de la red social cayeran, y también que la Unión Europea le pida explicaciones a la compañía.
Según la investigación que llevó adelante junto a de The Observer, la edición dominical del diario británico The Guardian, Cambridge Analytica habría recolectado datos de varias decenas de millones de usuarios y los habría utilizado para crear un programa destinado a prever e influenciar el voto de los electores. El Times adelanta que todavía existen copias de los datos obtenidos por la consultora que asesoró al equipo de Trump.
Filial estadounidense de la empresa británica de marketing SCL, Cambridge Analytica trabajó para la campaña presidencial de Trump en 2016 y es conocida por haber suministrado soluciones de recolección de datos y de identificación de público objetivo durante la campaña del grupo pro-Brexit «Leave».
La empresa fue financiada con 15 millones de dólares por Robert Mercer, un hombre de negocios estadounidense que hizo fortuna en los fondos buitre y que es uno de los principales donantes del Partido Republicano.
Los detalles de la adquisición y el uso de datos de Facebook por parte de Cambridge habían empezado a aparecer en los medios desde que la empresa comenzó a trabajar en la campaña de 2016, lo que generó un fuerte debate sobre los méritos de las llamadas «técnicas de modelado psicográfico de la empresa».
Pero la escala completa de la filtración de datos que involucra a los estadounidenses no se ha divulgado previamente, y Facebook, hasta ahora, no lo reconoció. Las entrevistas del NYT con media docena de ex empleados y contratistas, y una revisión de los correos electrónicos y documentos de la empresa, revelaron que Cambridge no solo confió en los datos privados de Facebook, sino que aún posee la mayor parte o la totalidad del tesoro.
Cambridge pagó para adquirir la información personal a través de un investigador externo que, según Facebook, afirmó que lo estaba recogiendo para fines académicos.
Durante una semana de consultas de The Times, Facebook restó importancia al alcance de la fuga y cuestionó si alguno de los datos aún permanecía fuera de su control. Pero el viernes, la compañía publicó una declaración expresando alarma y prometiendo tomar medidas: al otro día dio de baja de su red a Cambridge Analytica. Pero el daño ya estaba hecho y la noticia generó suspicacias que se extendieron más allá del territorio estadounidense.
En el Reino Unido también expresaron «preocupación» por la protección de datos y abogados de ese país quieren que la red social explique cómo una empresa de datos políticos pudo acceder a la información privada de más de 50 millones de perfiles de la plataforma.
La Comisión Europea pedirá «aclaraciones» a Facebook tras las revelaciones sobre la explotación de datos personales de millones de usuarios de la red social por parte de la empresa Cambridge Analytica, implicada en la campaña electoral de Donald Trump.
Las consecuencias para la compañía de Mark Zuckerberg también son financieras: las acciones de Facebook cayeron en la apertura de Wall Street, perdiendo un 4,83% de su valor, cayendo a 176,15 dólares.
Después de las revelaciones de Cambridge Analytica, caen las acciones de Facebook en Wall Street. Minutos después de la apertura de la Bolsa de Nueva York, la acción de Facebook perdía 4,83%, afectando netamente al índice Nasdaq, de alto dominio tecnológico: -0,84%
Este es un nuevo golpe para Facebook, que está vinculado a la debacle que reveló hace unos días Wired, uno de los medios de tecnología más importantes de Estados Unidos. La revista entrevistó a 51 empleados y exempleados y explicó que la red social manipuló la forma en la que muestra las noticias, ignoró las «fake news» y la acusó de haber afectado la elección presidencial de Donald Trump.