La presidente Cristina Kirchner brindó su versión de la conversación telefónica que mantuvo con su sucesor, Mauricio Macri, acerca del traspaso de mando.
En su cuenta de Twitter y en el sitio CFK Argentina, la mandataria dijo que Macri le «exigió» con «gritos» que el traspaso se realice en la Casa Rosada y no en el Congreso Nacional como pretende Cristina Kirchner.
En los últimos días hubo varios cruces entre Cambiemos y el Frente para la Victoria acerca del lugar donde se realizará la ceremonia de transición del Poder Ejecutivo de la Nación. Ayer, Macri llamó a la Presidenta para «informarle el programa oficial de los actos» del traspaso de los atributos del mando del 10 de diciembre próximo en la Casa Rosada. Sin embargo anoche la mandataria ordenó ratificar el Congreso como lugar de traspaso del poder.
Según informaron fuentes de Cambiemos a LA NACION, la conversación entre ellos fue cordial y formal, duró pocos minutos, y Cristina sólo se dio por notificada en forma escueta e insistió en que «hubiera preferido el Congreso». Sin embargo, la mandataria no adelantó si asistirá a la ceremonia en la Casa Rosada. «Ella insistió en su postura», dijo anoche Macri en el programa de Mirtha Legrand.
Hoy, Cristina Kirchner dio su versión del llamado de Macri en un extenso post en su sitio que reprodujo también en Twitter y causó fuertes repercusiones en redes sociales. A continuación el texto completo que publicó la Presidenta:
«[Ayer al finalizar un acto] un colaborador me informa que el presidente electo había enviado un SMS diciendo que quería hablar conmigo. Al llegar a Olivos -era imposible contestarle en medio de tanta gente- lo llamé. Me pasan el celu y el presidente electo comenzó con un elevado tono de voz a exigirme que debía entregarle bastón y banda presidenciales en la Casa Rosada porque era «su ceremonia» y que si no lo hacía como él decía ¡La Corte Suprema de Justicia de La Nación! le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado».
«Debo confesar que me sorprendió la exaltada -eufemismo de gritos- verborragia de presidente electo. Cuando logré que me dejara hablar -debe parecerles raro- pero quien hablaba del otro lado del teléfono parecía otra persona totalmente distinta a la que aparece en los medios e inclusive con la que he tenido algunas charlas. A tal punto que en un momento tuve que que recordarle que más allá de nuestras investiduras, el era un hombre y yo una mujer y que no corresponde que me tratara de esa forma».
«Cuando pude hablar intente explicarle lo dispuesto por la Constitución Nacional en sus arts. 91 y 93. Pero que más allá de lo dispuesto por la CN el acto de trasmisión de mando, por simple comprensión de texto exige la presencia de 2 personas: la que entrega el mando y la que lo recibe».
«Que no se trata de una ceremonia de nadie en particular, sino de un acto institucional, de un estado democrático y republicano en general. Que debe hacerse en el Congreso (art 93 CN) porque hasta que no preste juramento ante la Asamblea Legislativa no es presidente y que ni bien eso ocurra se le debe entregar en forma inmediata los atributos del Poder Ejecutivo. Y quien lo tiene que hacer es la que ha dejado de ser Presidenta en ese mismo instante o sea la que suscribe…»
«Que además quiere hacerlo cuanto antes para poder viajar a Sta. Cruz porque el vuelo regular de Aerolíneas Argentinas a Río Gallegos sale a las 15hs y no me va a esperar. Quiero estar en la jura de Alicia Kirchner como Gobernadora de Santa Cruz, ya que postergó su asunción hasta las 20hs para que pudiera asistir».
«El presidente electo siguió gritando y diciendo que no es así, que lo tengo que esperar en la Casa Rosada después de que el jure y hable en el Congreso y allí entregarle el bastón y la banda. Traté de explicarle que después que el jure yo ya no soy más Presidenta y que por eso tengo que entregarle banda y bastón ni bien él termine de jurar en forma simultánea, y es ahí cuando me dice, muy enojado, que yo lo tengo que acompañar -y me vuelve a repetir- porque es «su ceremonia».
«Bueno ahí pensé hasta acá llegó mi amor y le recuerdo 3 cosas: la 1ra, que no soy su acompañante. La 2da, que el 10/12 no es su fiesta de cumpleaños sino el día que asume como Presidente de todos los argentinos en un sistema democrático al que hay que respetar y que su símbolo mayor es la Asamblea Legislativa donde jura como Presidente y donde quien termina su período le entrega el mando. La 3ra, que no pienso seguir tolerando en silencio, como hasta ahora, el maltrato personal y público que viene dispensando desde el mismo día en que lo invite a Olivos luego de felicitarlo por su triunfo. Ni tampoco las mentiras que se siguen propalando merced a una impunidad mediática nunca antes vista».
«Lo he recibido con todo respeto e inclusive fui yo quien dije, como una opinión personal que el Presidente Provisional de Senado tenía que ser alguien de su partido, por la línea sucesoria y que pese a que la bancada del FPV tiene a partir del 10/12 mayoría absoluta de 41 senadores nuestro espacio iba a votar a quien el propusiera como pte provisional como una clara señal de gobernabilidad democrática. Es más me atreví a sugerirle que fuera Federico Pinedo, que además de ser un hombre de diálogo y un caballero iba a ayudar a la vicepresidenta electa a superar la dificultad objetiva de su salud para estar al frente de sesiones maratónicas como las que se suelen llevar a cabo con mucha frecuencia en el Parlamento».
«También le dije que íbamos a votar como Presidente de Diputados a un miembro de su partido, por ser 3ro en la línea sucesoria, también por la gobernabilidad. Tal como se lo dije ambas cosas sucedieron, se llevaron a cabo las ceremonias de juramentos de senadores y diputados y autoridades de ambas cámaras, con total ejemplaridad».
«Con palcos repletos de familiares y militantes de todos los partidos que fueron a ver jurar a sus diputados y senadores sin que se haya producido un solo incidente y estaban todos los partidos políticos con representación parlamentaria».
«Máximo me contó que antes de su juramento como diputado, Federico Pinedo se acercó a saludarlo y darle la mano. No me equivoque con Pinedo, siempre fue un caballero».
«Por qué entonces el presidente electo declaró luego de la reunión que mantuvimos que había sido una «reunión improductiva»? Cuando en la misma puerta de Villate en Olivos al salir dijo que había sido una reunión cordial y que iba a haber una linda ceremonia de trasmisión de mando, para horas más tarde calificarla de «improductiva».
«Por qué se intenta desconocer las innumerables reuniones que han mantenido los funcionarios de nuestro gobierno con las personas que presidente electo designó?».
«Declaraciones, fotos, imágenes dan cuenta de una total normalidad. No se han reunido en las catacumbas, lo han hecho en sus públicos despachos, muchos de ellos hasta más de 3 veces y durante horas».
«A qué se debe el maltrato y se habla de falta de colaboración, si cuando Lino Barañao, Ministro de Ciencia y Tecnología de este gobierno desde el año 2007, me consultó que hacer, porque le habían ofrecido continuar en el cargo, le dije inmediatamente que sí, sino no hubiera aceptado».
«¿Por qué el empeño de querer mostrar algo que no existe? Me preguntaba anoche, ¿qué es lo que está pasando con algo tan simple como una trasmisión de mando? Porque debo reconocer que el maltrato de esa llamada telefónica que me hiciera el presidente electo me resultaba inexplicable y casi increíble».
«En un país hostigado por los buitres. Con un mundo convulsionado económica, política y militarmente, que nos exige extremar unidad nacional, ideas y acciones para que la recesión y la violencia global no nos alcancen, el episodio telefónico me resultaba inexplicable. Hasta que hoy vi la tapa de Clarín y sus titulares: (Letras tipo catástrofe) «Macri le dijo a Cristina que el traspaso será en la Rosada». «El Presidente Electo la llamó por teléfono para comunicarle que la entrega de la banda y el bastón presidencial será en Casa de Gobierno. Antes, jurará ante la Asamblea Legislativa en el Congreso» y agrega en cuadro especial también de tapa: «Macri textual. Si la presidenta no entrega los atributos, lo hará la Corte».
«Y entonces comprendí inmediatamente. Lo de ayer no fue una llamada telefónica para hablar sobre ninguna ceremonia. Fue simplemente, una operación mediática más en donde la sociedad debía leer: Macri le ordenó a Cristina que tenía que entregarle la banda y bastón en la Casa Rosada».
«Allí fue cuando recordé algo que me había comentado un funcionario de mi gobierno que participaba en las reuniones para organizar la trasmisión del mando con las personas propuestas por el presidente electo. Cuando Federico Pinedo le dijo que tenía que ser en la Casa Rosada por una cuestión de generar «una imagen de autoridad en el presidente electo». ¿Imagen de autoridad? Pero si lo acaban de elegir presidente con el 51% de los votos. Está bien, el 49 % no lo votó, pero la democracia es así, se gana o se pierde por un voto. En cuanto a imagen de autoridad acuérdense de Nestor Kirchner que asumió con el 22% de los votos que le decían que iba a ser el Chirolita del anterior presidente o que la que mandaba iba a ser yo. ¿Dónde tendría que haber jurado para generar «imagen de autoridad?». ¿Parado arriba de la mesa del salón blanco? La autoridad, no la imagen, no se logra en una ceremonia de trasmisión de mando y mucho menos gritándole a una mujer por teléfono. Una mujer que además de estar sola quiere entregar el mando a quien ha tenido el honor de ser elegido presidente de todos los argentinos y hacerlo en el marco constitucional que significa la Asamblea Legislativa, que sintetiza la soberanía popular y la representación federal de un estado democrático».
«Si hasta para recibirlo como un gesto más de cordialidad, va a poder observar cuando ingrese a Olivos que los canteros del parque que rodean el espejo de agua frente al chalet presidencial están recién sembrados de flores de un solo color: amarillo el color preferido del presidente electo. Quedaron muy lindas y en unas semanas más van a lucir aún mejor, cuando florezcan en todo su esplendor».
«En cuanto a la autoridad de un gobierno o de un presidente: No se construye ni con colores, ni con imágenes y mucho menos gritándole a una mujer. Es algo más simple pero al mismo tiempo difícil. Gestión cotidiana y confianza de la sociedad de que no se va a gobernar en contra de ella».
«Mientras tanto en la realidad cotidiana están sucediendo cosas producto de acciones y dichos del futuro gobierno que están afectando y afectarán aún más la vida de la gente. Ya lo dije en YPF hace dos semanas, no dejemos que mientras discutimos banalidades y trivialidades nos pasen los elefantes por detrás. Una vez más la realidad oculta por la impunidad mediática».
La Nación