El cirujano del Hospital Austral de Pilar llegó a Olivos a las 17.30 para supervisar la recuperación de la jefe de Estado tras la extirpación de la tiroides que le practicó el pasado 4 de enero a causa de la presencia de nódulos benignos.
Saco notó en la Presidente «una evolución y condición general muy buena», mientras que mostró «una cicatrización favorable» de la incisión que le practicó en la zona del cuello para retirarle la glándula.
Según indicaron las fuentes, el médico percibió a Cristina de «muy buen ánimo» al haber cumplido el día 12 de pos-operatorio en la residencia de Olivos, donde permanece junto a sus hijos Máximo y Florencia.
Por su parte, la Presidente le preguntó a Saco si podía viajar en avión y el cirujano la autorizó a volar, en momentos en que se mantiene en suspenso un viaje que Cristina Kirchner debe realizar a Chile para reunirse con Sebastián Piñera, previsto para el miércoles 25, el mismo día que finaliza la licencia.
A su vez, la mandataria le consultó al profesional si podía retomar su habitual rutina ejercicios de gimnasia en la quinta, pero Saco le recomendó que por el momento sólo realice caminatas y no intensifique a más de eso su actividad física.
Al igual que en las jornadas anteriores -luego de que el sábado 7 de enero se emitiera el último parte médico- el Gobierno no dio información oficial sobre la marcha de la recuperación de Cristina.
Saco visitó a la Presidente luego del comunicado que difundió el Hospital Austral con su firma, en el que se justificó la intervención quirúrgica de la mandataria y la extirpación de la tiroides, en medio de la polémica por la modificación del diagnóstico inicial de cáncer.