Gerard Piqué y su nueva novia, Claria Chía Marti, fueron retratados cariñosos y a los besos en un recital. Las imágenes salieron a la luz en las redes sociales del programa El Gordo y la Flaca (Univisión), donde horas atrás confirmaron que la pareja se frecuenta desde febrero, cuando él todavía estaba con Shakira.
Los tortolitos ignoraron las cámaras y se dieron mucho amor mientras escuchaban las canciones de Dani Martin, que ofreció un concierto cerca de Los Pirineos. Junto a ellos se encontraba el papá del deportista, que todavía no aceptó a la joven.
Todo indica que el romance va viento en popa pese a los comentarios malintencionados que recibe el defensor del Barcelona a diario, a quien no le perdonan que le haya sido infiel a la madre de sus dos hijos.
Dolida con las imágenes que salieron a la luz, la cantante se refugió en sus exsuegros, quienes la ayudaron a tomar una fuerte decisión. Según contaron en el ciclo Chisme No Like, la cantante, que vive al lado de los papás del futbolista, mandó a levantar un muro no para ver a Clara Chía Marti ni a su ex en una situación que pueda generarle más daño.
La cantante sigue desilusionada con todo lo que le hizo el papá de sus hijos y en las últimas horas, cuando él le fue a llevar a Sasha y Milán, ni siquiera lo dejó ingresar a la propiedad. Los nenes se encontraron con un montón de paparazzi en la puerta de su casa, que solo quieren obtener alguna declaración de la cantante tras la escandalosa separación.
Clara Chía Marti no fue aceptada por los padres de Gerard Piqué
Joan Piqué y Montserrat Bernabeu le bajaron el pulgar a la nueva novia de su hijo. El motivo es muy claro: ellos esperaban que se reconciliara con Shakira, a quien engañó con una mesera de un bar que frecuentaba para “calmar sus penas”.
Clara Chía Martí no se da por vencida, ya que su romance va en serio y cree que con el correr de los días logrará llegar al corazón de sus suegros, que por ahora no quieren verla ni en figuritas, aunque Gerard está dispuesto a llevarla las veces que sean necesarias hasta que la acepten.
El Tribuno