La producción de las pymes cayó un 7,4% en septiembre y acumula cinco meses consecutivos de declive. Los rubros que se vieron más perjudicados fueron los productos de metal, maquinaria y equipo; material de transporte; artículos de madera y muebles, y fabricaciones eléctricas mecánicas, de informática y manufacturas.
Según un estudio de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la mayoría de los comercios del sector incluidos en la encuesta finalizó con bajas anuales. La CAME explicó que lo que más preocupa a la industria son «los altos niveles de endeudamiento, las altas tasas de interés para cambiar cheques y el bajo consumo».
En ese sentido, las empresas consultadas por CAME afirmaron que uno de los problemas que afecta a la mayor parte de las industrias es el nivel alto de tasas para cambiar cheques. «Las tasas promocionales al 29% ya prácticamente no se consiguen y no bajan del 70% anual», afirma el reporte.
También registraron una caída los minerales no metálicos (-9,6 %); el calzado y marroquinería (-9,4 %), y los productos químicos (-8,3 %) y de caucho y plástico (-6 %). Si se comparan estas cifras con los datos de agosto, el declive promedio fue del 6,3%, al tiempo que en los 9 meses del año se acumula un retroceso de 1,5 puntos frente a igual periodo de 2017.
Según el relevamiento, el 58,9% de las industrias consultadas finalizaron con caídas en la producción anual, y solo un 30,9% tuvo aumentos. Lo que mejoró levemente en el mes, fue el porcentaje de industrias con rentabilidad, ya que «las dificultades económicas están obligando a mejorar la eficiencia para sostener márgenes y aguantar el negocio hasta que el ciclo se recupere», detalla el documento.
La CAME precisó que muchas empresas tuvieron limitaciones para pasar presupuestos frente a la inestabilidad de precios, por lo que hubo casos «donde se prefirió posponer la venta a asumir el riesgo de no poder reponer luego el producto». «Eso generó algunas demoras en el proceso de elaboración de septiembre y se dio la paradoja de que las firmas no entreguen stock cuando más necesitan vender», indicó el organismo.
Cómo ven el futuro en las fábricas
De acuerdo al informe de CAME, «la industria intenta por ahora no despedir empleados, sostenerlo todo lo posible esperando mejoras en la economía, pero la situación se vuelve más difícil por la capacidad ociosa elevada que implica costos hundidos».
El último informe industrial del Indec había mostrado que casi un tercio de las empresas admiten que deberán achicar su dotación de personal en el corto plazo. En marzo, antes del inicio de la crisis cambiaria, la proporción era de una de cada diez.
Hacia adelante, las expectativas no son muy optimistas: «solo el 20 % de las firmas encuestadas espera que la producción aumente en los próximos tres meses, mientras que 40 % cree que se mantendrá y 31% que continuará cayendo», según CAME.