La organización de defensa de los derechos humanos informó que la lista de muertos fue proporcionada por fuentes «confiables». Se trata de opositores del gobierno que fueron víctimas, este viernes, de la violencia policial en Deraa, epicentro de las protestas.
De acuerdo con la oposición siria, sólo en esa jornada al menos 40 manifestantes murieron por balas de las fuerzas de seguridad. En cambio, un responsable del gobierno dijo a AFP que «hay diez muertos en Sanamein», ciudad cercana a Deraa.
Por su parte, un integrante de un organismo de derechos humanos habló de 17 víctimas fatales que se produjeron cuando los manifestantes lanzaron piedras hacia un cuartel general de seguridad, a lo que los militares respondieron abriendo fuego.
El gobierno de los Estados Unidos volvió a condenar la violencia del régimen y pidió que responda «de manera pacífica, que dialogue con su gente, porque ese es el mejor camino», según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. El funcionario instó, también, a las autoridades a que se abstengan de detener a activistas de derechos humanos y a periodistas.
En el mismo sentido, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, le pidió al presidente Bashar al Asad que respete los derechos fundamentales de su pueblo y actúe con contención.
«El secretario general instó a que las autoridades actuaran con la máxima contención y expresó su deseo de que se responda de manera significativa a las legítimas expresiones de preocupación», indicó un comunicado de Naciones Unidas.