La Selección argentina volvió a decepcionar, empató con Paraguay 1 a 1 y no encuentra el camino

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Argentina y Paraguay empataron 1 a 1, por la segunda fecha del Grupo B de la Copa América que se disputa en Brasil, con goles de Richard Sánchez para los guaraníes a los 36 minutos de juego y de Lionel Messi, de penal, a los 11 minutos del segundo período, en el partido jugado en el estadio Mineirao de Belo Horizonte. Franco Armani atajó un penal.

Con este empate, el conjunto nacional deberá ganarle a Qatar, el domingo a las 16, para meterse casi con seguridad en los cuartos de final del certamen internacional. El campeón de Asia es un rival duro, que igualó 2 a 2 con Paraguay y que cayó sobre la hora con Colombia, apenas 1 a 0. No será nada simple.

La Argentina estuvo muy cerca de perder. «Necesitamos ganar el siguiente partido. Estamos complicados», dijo Lionel Scaloni en conferencia de prensa tras el partido. «La solución es que tenemos que ganar», enfatizó el DT.

El arranque pareció marcar una mejoría de funcionamiento, ya que con Lionel Messi tirado por derecha y triangulando con Roberto Pereyra y Milton Casco, que se proyectaba permanentemente, había generación de juego para terminar, o intentar terminar, las jugadas por el medio, donde se posicionaba Lautaro Martínez. Esto duró poco más de un cuarto de hora, hasta que los paraguayos comenzaron a afirmarse defensivamente con el ex Lanús Gustavo Gómez a la cabeza, para luego intentar progresar en ataque con la velocidad de Derlis González y otro ex «granate» como Miguel Almirón.

Después, los volantes de recuperación que tienen los dirigidos por el «Toto» Eduardo Berizzo, Richard Sánchez y Rodrigo Rojas, hacían el resto, mientras que el flamante refuerzo de Racing Club, Matías Rojas, aparecía intermitentemente para ejercer la conducción. Entonces las variantes que ensayó Lionel Scaloni empezaron rápidamente a dejar de dar resultados, porque el «Tucu» Pereyra no profundizaba, Casco empezó a proyectarse cada vez menos y el «doble cinco» preferido del DT, Giovani Lo Celso-Leandro Paredes, nunca encontró la pelota como para que la Argentina se hiciera dueña del desarrollo.

Entonces, cuando Paraguay aplicó el primer estiletazo por izquierda con Almirón aprovechando una subida de Casco y la falta de retroceso de Pereyra, llegó el gol de los albirrojos. Es que el centro atrás del hoy jugador del Newcastle inglés fue recibido en la medialuna por Richard Sánchez, que con un derechazo bajo y a la izquierda derrotó la estirada de Franco Armani.

El arquero ya había tenido otra situación en la que se equivocó al querer salir jugando con los pies y cometió una infracción que le deparó una tarjeta amarilla. Así se fue esfumando el primer tiempo, igual que el seleccionado argentino, que lució tan desdibujado como durante tres cuartas partes del partido anterior con Colombia.

Los cambios de Scaloni

Para el arranque del segundo período Scaloni pareció reconocer algunos errores cometidos con las cuatro variantes que realizó de arranque respecto de ese juego con los colombianos e hizo ingresar a Sergio Agüero por el mencionado Pereyra para juntarlo con el «Toro» Martínez. Una cuestión de necesidad y urgencia.

Y rápidamente, en menos de 10 minutos, ambos generaron una situación de gol que después, VAR mediante, derivó en un penal por una mano realmente imperceptible por televisión de Rodrigo Rojas que Messi transformó en el empate, con su gol 68 con la camiseta argentina.

Pero poco le iba a durar esa efervescencia a los argentinos, porque apenas cinco minutos más tarde Nicolás Otamendi le cometió un claro penal a Derlis González, que el propio futbolista lanzó a la izquierda de Armani para que el arquero riverplatense se luciera desviando el balón al córner y posteriormente se descargara pidiéndole silencio a los que juzgan que sus rendimientos en la selección no son los mismos que en el equipo de Núñez.

Pero este penal pareció «asustar» a Scaloni, que inmediatamente le dio lugar a Ángel Di María como antes había sucedido con el «Kun», pero cuando todos los números para salir se los llevaba un hoy menos incisivo Rodrigo De Paul, el que dejó la cancha fue Lautaro Martínez, como si el punto no resultara para nada despreciable a esa altura de los acontecimientos.

Y entonces sucedió lo previsible: Argentina dejó de tener peso en el área rival, con Di María jugando por izquierda, primero, y después cuando Matías Suárez relevó a De Paul, pasando a la derecha, donde llegó un par de veces hasta el fondo pero, como zurdo que es, quedó limitado al tener que lanzar los centros con la pierna cambiada.

De esa manera, como en el primer tiempo, el juego de Argentina fue languideciendo, o mejor dicho sus intenciones, que existen, es verdad, pero en los 180 minutos que lleva jugados en esta Copa América todavía no se vieron plasmadas con firmeza salvo un puñado de minutos en el arranque del segundo tiempo contra Colombia.

Argentina sigue último en el Grupo B con un solo punto en su haber y diferencia de -2, mientras que Qatar, rival del próximo domingo a las 16 en Porto Alegre, tiene también una unidad pero con -1. El líder de la zona es Colombia, ya clasificado a cuartos de final como primero del Grupo B con seis unidades, mientras que los paraguayos suman dos puntos con 0 diferencia de gol.

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