También encaja con los compromisos asumidos por Ankara y Bruselas el año pasado para reducir las llegadas irregulares a cambio de 3.000 millones de euros (unos 3.300 millones de dólares), que en su gran mayoría no llegaron a materializarse.
Según Tusk, el Gobierno de Ankara está dispuesto a aceptar la devolución de todos los inmigrantes interceptados en aguas turcas.
Los Veintiocho buscarán formalizar un compromiso de repatriación de Ankara que excluya en principio solo a los sirios (y no a eritreos o afganos), en la línea del acuerdo bilateral que ya mantiene con Grecia.
Turquía ya está dando pasos en este sentido y hasta ahora aceptó las primeras devoluciones desde Grecia.
Ankara también ha mostrado su apoyo al despliegue de la misión de la OTAN en el mar Egeo en apoyo de la agencia de fronteras exteriores de Frontex, la agencia europea que gestiona las fronteras exteriores de los Estados miembros.
La Comisión Europea anunció la puesta en marcha de dos proyectos, dotados con 95 millones de euros (103 millones de dólares),
para potenciar la educación y permitir la alimentación de los más de dos millones de refugiados que recibe Turquía.
Además, publicó un informe en el que atestigua los avances turcos en el cumplimiento de los requisitos necesarios para liberalizar visados con la UE.
Tras el almuerzo de trabajo con Davutoglu, los Veintiocho mantendrán un encuentro informal en el que intentarán acordar un plan europeo para resolver la crisis en la ruta de los Balcanes occidentales tras las marcadas tensiones surgidas tras la adopción de medidas unilaterales por parte de países como Austria.
«Necesitamos regresar a Schengen» (el espacio de libre circulación entre los países firmantes), recalcó Tusk en la misiva de invitación a los líderes, en la que pidió de nuevo a los socios que apliquen las reglas y acaben con la política del «dejar pasar» a refugiados e inmigrantes hacia otros Estados miembros.
Davutoglu, en tanto, se mostró convencido deque los «retos» que plantea la crisis de refugiados se resolverán con «solidaridad» y «cooperación», y confió en que hoy en la cumbre se hable además de la futura adhesión turca al bloque continental.
Subrayó que Turquía «está preparada para trabajar con la UE y ser parte de la Unión».
El primer ministro turco también se entrevistó antes de la cumbre con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, mientras que Tusk mantuvo reuniones con el presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, y un encuentro con Merkel, Rutte y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.
Fuente: Telam