«Durante el año que termina, trabajamos duro y logramos muchas cosas. Y es por eso que Europa está ahora en una mejor posición para combatir el virus», continuó la jefa del Ejecutivo de la UE, en vísperas de una cumbre del bloque en Bruselas.
«En primer lugar, tenemos ahora bastante dosis de vacunas para cada europeo», subrayó Ursula von der Leyen, recordando que el 66,6% de la población de la UE recibió dos dosis de vacuna contra el covid-19 y que por el momento, la tercera dosis «es la mejor protección contra la nueva variante».
«Lo más importante ahora es aumentar lo más rápido posible el número de personas vacunadas en Europa», porque «el precio que pagaremos si la gente no está vacunada continuará aumentando», con, por ejemplo, fiestas navideñas afectadas otra vez por la pandemia, y escuelas y actividades que cierran, insistió.
El alarmante aumento de las nuevas infecciones ha provocado la adopción de nuevas restricciones en toda Europa.
La decisión de Italia de esta semana de exigir test negativos a visitantes vacunados ha generado temores de que tales medidas limiten la libertad de movimiento justo cuando muchos europeos viajan para ver a sus seres queridos.
Portugal adoptó una restricción similar el 1 de diciembre, al requerir un test negativo de Covid-19 a los pasajeros de todos los vuelos que lleguen al país, incluso para quienes tengan certificados de vacunación e independientemente de su origen o nacionalidad.
Von der Leyen dijo que la UE enfrenta ahora un doble desafío: un masivo incremento de casos en semanas recientes debido a la variante Delta combinado con el crecimiento de Ómicron, en momentos en que varios países del bloque registran cifras récord de infecciones.
“Estamos viendo un número creciente de personas que enferman, una mayor carga en los hospitales y, desafortunadamente, un incremento en los números de muertes», dijo.
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