Paralelamente, la economista del Banco Mundial destacó también que el shock del coronavirus fue regresivo, lo cual significa que tuvo mayor impacto en los sectores pobres. Esto se da, según la funcionaria, por las dificultades para recuperar empleo en los segmentos más precarizados de la población y por la aceleración de la inflación, entre otras cosas.
En cuanto a la deuda, Reinhart marcó como prepcupantes los pasivos de algunos países como Argentina aunque no vislumbra un escenario similar al de 1982, cuando la Fed enfrió su política monetaria en un contexto de un 14% de inflación anual en EEUU, y se desató la crisis de las deudas latinoamericanas.
Respecto de la deuda argentina con el FMI, proyectó que va a haber un acuerdo pero aclaró que todavía «es muy prematuro» para augurar los detalles del mismo y que ya hubo casos de default con la institución. «Perú estuvo en default con el Fondo también durante su crisis previa y más recientemente, en 2015, Grecia estuvo en default. Duró nada más que un par de semanas», recordó.
Por otra parte, la Vicepresidenta del Banco Mundial resaltó como un riesgo la situación financiera de las empresas privadas ya que el aumento en las tasas de interés podría provocar mayores dificultades para el repago de las deudas, y esto podría transformarse también en un problema para el sector público, en caso de que se llegue a un rescate de las firmas.
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