Las elecciones en Tucumán exhiben la fractura del peronismo y una fuerte disputa entre Manzur y Alperovich

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Lo único seguro es que no se repetirá el resultado de los últimos años.

En el 2007, José Alperovich arrasó: 75,6% de los votos contra apenas 5,11% de Ricardo Bussi. En el 2011, la diferencia fue igual de apabullante. El gobernador fue reelecto con el 72% de los votos; José Cano, por entonces del Acuerdo Cívico y Social, arañó el 12%.

Recién en el 2015 la diferencia entre el PJ y la oposición tucumana fue un tanto más ajustada, incluso contaminada con denuncias de fraude, quema de urnas, marchas y disturbios y hasta ataques a balazos a sedes partidarias. Cano, el candidato de Mauricio Macri -que viajó a aquella provincia para apoyarlo en medio de los incidentes- , pidió el recuento definitivo ante la proclamación de victoria de José Manzur.

Al final, la Justicia electoral concluyó que el triunfo del actual gobernador, abrazado en aquel momento a Daniel Scioli, había sido del 51,64% contra el 39,94% del radical.

Ahora, el escenario de las elecciones de este domingo en el sexto distrito electoral del país -el 3,6% del padrón- es más incierto, al margen de los sondeos previos que arrojan una ventaja clara para Manzur.

Fractura peronista

Es la primera vez que el PJ va dividido. A pesar de los esfuerzos de algunos sectores peronistas –Alberto Fernández intentó gestiones hasta no hace mucho tiempo-, el quiebre entre Manzur y Alperovich, que mañana tratará de volver al gobierno que lideró durante una década, le da una cuota de imprevisibilidad a los comicios.

La postulación de Bussi -lo más ortodoxo del conservadurismo local- y la de Silvia Elías de Pérez -la candidata de la Casa Rosada- aporta más inquietud: la división de votos entre todos ellos confunde el resultado.

«Yo espero que podamos dar un paso adelante de un aparato infernal que han desatado acá. Espero que nos vaya lo mejor posible. Tengo mucha tranquilidad, siento que he dado todo, no me he guardado nada», le aseguró Elías de Pérez a Infobae, la senadora radical elegida por Marcos Peña para enfrentar al peronismo.

El Gobierno, sin embargo, no hizo demasiado por la senadora. «Acá hubo solo apoyo espiritual», explican en su entorno.

En Tucumán, la imagen de Mauricio Macri apenas supera los 10 puntos, al revés de Cristina Kirchner, cuya popularidad es enorme. Además, el frente que postula a la candidata Elías de Pérez, «Vamos Tucumán», es multipartidario: desde el PRO y la UCR hasta Libres del Sur.

Esconder al Presidente fue el mejor negocio para todos.

Tómbola electoral

La Casa Rosada, de todos modos, sigue la elección con inquietud y expectativa. La atomizada oferta electoral, sumado a las listas «acoples» y al descomunal aparato provincial, desconcierta a los jefes de campaña. Hay encuestas para todos los gustos, depende el búnker que las filtre.

Que Alperovich estaba en cómodo segundo lugar y que en las últimas semanas tuvo un elocuente deterioro de su imagen. Que los votos que libera el ex gobernador y senador peronista los capitaliza Manzur y, en menor medida, Bussi, un dirigente que se presenta como la anti política pero que vive del Estado provincial desde hace tiempo.

En Casa Rosada aseguran que Elías de Pérez puede ser segunda. Pero también cuarta. Una clara derrota para el Gobierno, en ese caso. A pesar de que, como resaltan en el campamento de «Vamos Tucumán», el apoyo desde Buenos Aires fue solo «espiritual».

La relación entre Manzur y Alperovich se quebró. Ex aliados -el gobernador lo sucedió en el 2015-, el ex mandatario y senador anunció su candidatura durante un viaje de Manzur por los Estados Unidos. Hasta ese momento, había gestiones para evitar la ruptura del PJ.

En octubre del año pasado, el gobernador ofreció el hipódromo de la capital provincial para el Día de la Lealtad y lanzar un mensaje de unidad, flanqueado por Sergio Massa y Miguel Ángel Pichetto -dos de los referentes de Alternativa Federal-, Daniel Scioli y algunos sindicalistas, pero sin la presencia de referentes K. El ex ministro de Salud, que dos años atrás había dicho que el ciclo político de la ex Presidenta estaba «concluido», empezó a pedir por la unidad del PJ.

Dos meses más tarde, Alperovich, que había abandonado el bloque del PJ no K en el Senado, se fotografió con Cristina Kirchner en el Instituto Patria. Parecía perfilarse como el candidato kirchnerista. Después, los caminos se invirtieron.

Manzur entendió el mensaje. Durante el verano, abandonó definitivamente Alternativa Federal y esta semana terminó de sellar su adhesión K: viajó por un par de horas a Buenos Aires solo para fotografiarse junto al ex jefe de Gabinete y precandidato presidencial en el Sanatorio Otamendi.

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