«Los fondos siempre los giró la Nación a la jefatura de Gabinete, nosotros lo pasabamos a las Madres y lo certificabamos. Ahora pasa a depender todo del Instituto de la Vivienda», explicó Escobar.
De esta manera, la fundación Sueños Compartidos ya no administrará fondos, lo que implica que no pagará sueldos ni contratará a otras empresas, algo que quedará en manos de cada municipio o provincia.
Al respecto, Escobar precisó que «la Fundación no estará más en la administración», ya que «pasa a cambiarse la responsabilidad en cuanto al giro de fondos, que dependerá de cada Instituto».
El jefe de Gabinete de Misiones precisó «que la unidad ejecutura» que maneje los fondos «va a construir con empresas privadas», descartando de esta manera que pueda repetirse lo ocurrido con Meldorek.
Sin embargo, el funcionario misionero aclaró que «la Fundación no se apartará totalmente», porque «seguirán dentro del programa como proveedores, con la modalidad de construcción de paneles».
Además, Escobar aclaró que la situación será diferente en la Ciudad de Buenos Aires, donde la Fundación seguirá manejando fondos «en la construcción de alrededor de tres mil viviendas».