Las mujeres se reunieron en asamblea para unificar las consignas que llevarán al paro del 8M

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«Transversalidad» fue una de las palabras que más se escuchó. Una multitud se reunió ayer en una nueva edición de la llamada Asamblea de Mujeres para organizar el paro nacional que se llevará a cabo en la Argentina y en distintos países en el Día Internacional de la Mujer. Aunque por estos días se multiplican los encuentros en todo el país, la reunión porteña, que tuvo lugar en el barrio de Chacarita, de alguna manera es la más emblemática porque tiene como finalidad trazar los lineamientos del reclamo y llegar a un acuerdo para confeccionar el documento que se leerá en la manifestación del próximo 8 de marzo.

Convocada para las 17.30, decenas de mujeres, trans, lesbianas y travestis, entre otras, se empezaron a agrupar en el lugar cuando todavía el sol golpeaba la vista en un terreno al costado de las vías del tren. Para las 18, un centenar se acomodaba en sillas, banquetas o lonas y con algún equipo de mate para escuchar con atención los discursos, que fueron en simultáneo traducidos en lengua de señas para las presentes.

Estudiantes, activistas queer, dirigentes sindicales y referentes de partidos políticos participaron del encuentro.

Antes de que tomaran la palabra las 98 personas inscriptas en la lista de oradores, se presentaron ante la multitud distintas referentes de partidos políticos, que dieron cuenta con sus testimonios de cierta unidad en el reclamo de cara al paro del 8M.

Primero lo hizo la legisladora porteña Myriam Bregman, del Frente de Izquierda, y luego habló la diputada nacional Mónica Macha, por Unidad Ciudadana. Ambas se refirieron de la importancia de poner en agenda el aborto legal, seguro y gratuito, entre otras cosas y remarcaron el momento histórico que se está viviendo con los debates en torno al feminismo que están teniendo por estos días en la televisión.

Ya con la asamblea en marcha, tronó un grito: «¡Que se vayan los varones!». Entonces quien tenía en ese momento el micrófono en la mano solicitó a un puñado de varones presentes que se fueran porque se trataba de «una asamblea de mujeres». Debieron hacerlo, entre otros, un par de trabajadores de prensa que se habían acercado hasta el lugar a tomar fotografías para medios gráficos (incluido el fotógrafo de Infobae).

La asamblea tuvo lugar en un predio ubicado al costado de las vías del tren en Chacarita.

Entonces, sí, arrancó la asamblea de manera formal. Entre otras, tomó la palabra una histórica referente del feminismo en la Argentina, la abogada laboralista y especialista en derechos de la mujer Nina Brugo, quien se mostró emocionada por la multiplicación de «feministas en todas partes».

Brugo destacó además la diversidad del encuentro y realizó una breve descripción de las luchas feministas a comienzos del siglo XX en la Argentina.

Entre relatos conmovedores de allegadas a víctimas de femicidios, reclamos al gobierno nacional por la situación económica y pedidos de justicia, las consignas se multiplicaron.

«Cupo trans», «ni una trabajadora menos», «basta de femicidios», «no al ajuste», «separación de la Iglesia y el Estado», «libertad a Milagro Sala» fueron algunos de los cientos de pedidos.

Así, se sucedieron en la palabra estudiantes, representantes gremiales, dirigentes políticas, entre otras, que fueron expresando sus distintas propuestas para el 8M.

Uno de los discursos más encendidos de la jornada fue el de la líder travesti Alma Fernández, quien solicitó que el documento del paro contemplara el pedido por el fin de los travesticidios.

Luego convocó al público a seguir con atención el juicio por el travesticidio de la activista Diana Sacayán, brutalmente asesinada en octubre de 2015, que comenzará el próximo 16 de febrero.

Luego de un rotundo aplauso, agradeció a las presentes: «Gracias por el amor que sienten por las travas en este espacio», señaló y pidió «furia travesti» para recordar a su amiga asesinada.

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