El conservador Partido Popular (OVP) ganó las elecciones legislativas en Austria de la mano de su joven promesa Sebastian Kurz y los nacionalistas quedaron segundos, según las primeras proyecciones, lo que confirma el giro hacia un discurso antimigratorio y anti islam más duro, una tendencia potenciada por la llamada crisis de refugiados de 2015.
Antes de que se conocieran los datos oficiales, el presidente Alexander Van der Bellen oficializó el triunfo de Kurz, el ministro de Relaciones Exteriores saliente y un dirigente en pleno ascenso con apenas 31 años, y sentenció: «Es el claro vencedor de esta jornada electoral (…) y tiene un claro mandato para realizar las reformas y los cambios queridos por los ciudadanos». Poco después, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, se sumó a las felicitaciones a través de Twitter y le pidió a Kurz que forme un gobierno «proeuropeo» y «fuerte», un llamado velado a evitar una eventual coalición con la extrema derecha nacionalista, que reclama más independencia de la Unión Europea (UE).
Según las primeras proyecciones no oficiales, difundidas por la televisión pública ORF, el carismático Kurz se impuso con el 30,2% de los votos, mientras que la fuerza Partido de la Libertad (FPO) quedó segunda con un 26,8%, técnicamente empatado con el oficialismo socialdemócrata SPO. El canciller saliente Christian Kern pelea el segundo puesto con un 26,3% de los votos, según la proyección citada por la agencia de noticias ANSA. Los Verdes, en tanto, quedaron lejos, pero por encima del umbral electoral necesario para ingresar al Parlamento, con un 4,2% de los votos.
Fuente: Telam