Laura Fernández, jurado del «Bailando» y el protagonista de «Mi hermano es un clon» son una de las parejas más seguidas del ambiente. El flechazo entre la rubia y Nicolás Cabré venía agazapado y cuando trascendió la bomba, explotó por todos lados. A tal punto fue la sorpresa, que las ex de Nicolás como Josefina Silveyra o Soledad Fandiño no se quedaron calladas y rememoraron desafortunados momentos que pasaron con él.
Pese a que muchos dardos apuntaron contra los tortolitos, ambos están más enamorados que nunca. Sin embargo, los inicios de la pareja no fueron fáciles y Laurita se animó a relatarlo en diálogo con «Agarrate Catalina».»Cuando lo conocí a Nicolás estaba de novia y ya todo el mundo me decía que seguro iba a pasar algo. Y estando en pareja con Fede Bal entré negadísima y él también. Yo ni lo miraba, lo tenía completamente bloqueado. Después me separé, pero seguíamos sin hablar abajo del escenario donde hacíamos Sugar. Estaba viviendo un momento tan importante que no quería que se empañe con otras cosas», reveló la conductora de «Combate».
Además, al ser indagada sobre qué aspecto la enamoró del galán, que es un depredador nato, Laurita se mostró muy sincera con su respuesta y aseguró: «Creo que eso es muy personal de cada una. No puedo hablar de sus relaciones anteriores, pero a mí me pasó que conecté con él. Me hace acordar a mi casa, mi barrio, mi lugar donde me siento cómoda. A mí me pasa que mis amigas son las del colegio y del barrio de toda la vida, y mi familia sigue viviendo donde nací y coincidimos en que somos los dos del mismo barrio (Mataderos). Tiene esa simpleza y es alguien auténtico, no está contaminado por divismos ni nada. Y me conecta mucho con algo muy lindo mío, donde me siento cómoda y bien. Es ahí donde, charlando, conectamos por ese lugar».
Incluso en una línea de revelaciones amorosas, Fernández abrió su corazón y contó cómo vivió la fama de Nicolás cuando ella tenía 10 y el 19 años y se lo cruzaba en distintos lugares del barrio. «Recuerdo haberlo cruzado en un videoclub, yo estaba con mi papá y estaba él. Yo tenía 10 años y él 19. Lo veo y obviamente lo reconocí de la tele, yo lo miraba de curiosa y mi papá me decía ‘Laura, no lo mires. Porque es famoso pero también tiene una vida y a los famosos les molesta que los miren», contó sin filtro y agregó: «Nos fuimos conociendo y somos bastante más parecidos de lo que creíamos cuando nos conocimos trabajando. Además que trabajar fue un placer. Lo admiro y lo respeto como profesional, pero me conectó otra cosa y me hace sentir muy bien. Siempre decís ‘uy, ¿dónde me estoy metiendo?’. Pero por ahí él pensaba lo mismo de mí, entonces no podría juzgar a alguien por su pasado. Sí hemos charlado de las historias de cada uno de nosotros con mucha sinceridad, porque es parte de conocernos y plantear cómo uno es y qué quiere. Todos tienen un pasado, él uno muy particular y amplio, que no es lo ideal, pero que tampoco habla mal de él». ¡Que viva el amor!
