Una beba de poco más de un año de vida terminó en coma debido a la ingesta de detergente en un restaurante de Loira Atlántico, en Francia.
El pasado 1 de agosto, los padres de Elisabeth asistieron a La Fontaine aux Bretons. Allí, pidieron un jugo de manzana para su hija, quien expulsó la bebida después de tomar el primer sorbo.
En un primer momento, los padres pensaron que la bebida llevaba alcohol, pero luego se dieron cuenta de que se trataba de un producto no apto para el consumo humano ya que notaron la sensación de quemazón al intentar probarlo.
«Cuando lo probé, me quemé los labios», aseguró el padre, quien está convencido de que lo que en realidad sirvieron a su hija fue soda cáustica, una sustancia muy corrosiva utilizada para la fabricación de tejidos, papel y detergente.
La grave negligencia obligó a los padres a llevar a su hija al hospital, donde estuvo en coma inducido. Según los padres de la pequeña, aunque su vida no corre peligro, hay riesgo de que pueda perder el esófago.
Además de mostrar su solidaridad y pedir disculpas con la familia, desde el restaurante dijeron que la beba ingirió «un producto para lavavajillas» como el que se encuentra en otros establecimientos. Sin embargo, la policía de Pornic está investigando los hechos.
Las primeras pesquisas, según informó La Vanguardia, indican que un empleado del establecimiento habría vertido el producto en un recipiente utilizado para depositar los jugos de fruta, otro empleado lo habría guardado en el frigorífico pensando que era realmente jugo y otro trabajador lo habría servido.
Los Andes
