Leonardo Fariña y la compra del campo en Mendoza: «Erusalimsky no lavó plata»

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El 16 de diciembre del 2010, Fariña compró en comisión un campo por 5 millones de dólares en la provincia de Mendoza. El 22 de diciembre del2012, dos años después, puso ese campo a su nombre. Luego se lo vendería a Roberto Erusalimsky, el empresario de la salud.

En diálogo con Infobae, Fariña explicó qué pasó realmente con el campo en la provincia de Mendoza y sobre las presiones durante el gobierno kirchnerista. Las razones por las que mantuvo la extraña charla con el empresario para lavar «90 físicos».

En un anticipo de una extensa entrevista con Infobae, Fariña habla de cómo nació la causa judicial conocida como «la ruta del dinero K».

–¿Cómo ingresó Roberto Jaime Erusalimsky a la ruta del dinero K?

-A Roberto lo conozco a través de Malek Fara, que es un amigo que teníamos en común. A mí cuando me entregó el grupo Austral el campo como parte de pago (habla del campo en Mendoza) salí a venderlo. Ese campo tenía problemas que no tenía agua y no podía hacerme cargo.Cuando se lo cuento a Fara me contacta con Erusalimsky. Fuimos con él tres veces a Mendoza, vio el campo, llevó ingenieros, hizo tasaciones, lleva a un martillero y se hizo un proyecto de inversión. Se lo vendo completamente con buena fe. En la operación no hay hechos extraños. Erusalimsky es el único imputado que no tiene relación con los demás imputados de la causa.

–¿Erusalimsky lo vio a Lázaro Báez?

-Jamás tuvo contacto con ninguno. Solamente conmigo. Es una persona que se dedica a la salud, es un médico psiquiatra. Eso está volcado en una presentación ante el juez Casanello.

Pero el gobierno anterior, a través de varios operadores, intentó hacer quedar a Erusalimsky como el dueño verdadero de ese campo o como una persona que me facilitó los medios para lavar dinero. Cosa que no es así.

–Después apareció esa famosa llamada en la que hablan de «lavar 90 físicos»…

-Lo de la llamada, sinceramente, fue una situación en la que yo me equivoqué porque, presionado, me hicieron llamarlo para querer ‘embarrarlo’. Él, inteligente, me siguió la corriente. Al fin y al cabo, gracias a Dios, no pasó nada.

–¿Por qué siguió la corriente?

-Porque sabía lo que pasaba. Estaba completamente desesperado y lo metí en un problema. No solamente con la llamada sino con la venta del campo. Una situación lícita terminó como algo ilícito.

–Decís que estabas presionado, ¿creés que Erusalimsky pasó por lo mismo?

-Sí. Pasó por lo mismo. Pero cuando me denunciaron por evasión en La Plata a él lo meten como partícipe necesario de una presunta insolvencia fiscal fraudulenta. La operación se hizo conforme ley, de hecho la Sala II porteña le dictó la falta de mérito pues no había elementos probatorios. Pero en ese momento, Ernesto Kreplak lo procesa y la Cámara de Apelación le da vuelta su situación. A Erusalimsky lo quisieron poner como un personaje que ayudaba a lavar dinero porque era más fácil pegarle a él que a los personajes más fuertes de la causa.

En ese momento gobernaba el kirchnerismo y había que deslindar de responsabilidades a todos. La AFIP lo presionó mucho a Erusalimsky. Le hizo de todo. Todas las inspecciones que le hicieron salieron a su favor. Pero le generaron un montón de problemas porque el PAMI no le paga –Erusalimsky dirige la Clínica de Los Virreyes-, hubo un abogado de un imputado de la causa que se contactó con el abogado de él ofreciéndole dinero para que se haga cargo del campo y dijo que no. Él resistió todos los embates. Pero fue un sujeto que fue extorsionado y marcado bajo un mote que no era real. De hecho lo siguieron operando y extorsionando en nombre mío.

–¿Quiénes deben dar explicaciones y no lo hicieron en la causa de la ruta del dinero K?

-Erusalimsky está metido y no debería estarlo. Asumí las responsabilidades pero, previo a lo de Báez, fui el único que pagué con la cárcel. Los funcionarios de todos los que encubrieron no están incluidos en los procesamientos. Pienso que a la brevedad lo estarán. Y hablo de Julio De Vido, José Sbatella, Julián Álvarez, Alejandra Gils Carbó y Ricardo Echegaray. Con el gobierno anterior, la manera más fácil de llevar la causa y mostrársela a la opinión pública, era que yo era el dueño y responsable de todo. Que Roberto Erusalimsky, que me compró el campo, era el otro responsable. En el expediente están las pruebas. Hoy la opinión pública pide justicia y no con un empresario que compró un campo o con un pibe que trabajó para otro empresario. Están pidiendo por los que se enriquecieron de una manera abrumadora en 12 años y eran los funcionarios públicos.

En su rol de imputado colaborador, Fariña insiste en dejar bien en claro ante la opinión pública quiénes fueron los involucrados y responsables durante «la década ganada» como así también quiénes son los personajes clave.

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