Cabizbajo, sin hacer declaraciones e impactado por el sacudón de la eliminación, Lionel Messi salió del Kázan Arena sin saber si fue su último Mundial. Tras un show de goles, en un partido en el que Argentina estuvo abajo, luego arriba y de nuevo abajo, el capitán de la selección se quedó, muy temprano, fuera de Rusia 2018.
Cuatro horas después, a 2 mil kilómetros de distancia, Cristiano Ronaldo, su gran rival en la última década, también se despidió del Mundial: su Portugal perdió 2 a 1 con Uruguay en un encuentro en el que sus fanáticos esperaron hasta el final que pudiera remontarlo.
Para Messi fue su cuarta copa del mundo. Solo él sabe si fue el último o tal vez busque una nueva revancha en Qatar 2018, tras llegar a cuartos en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 y a la final en Brasil 2014.
Para Cristiano también su cuarto Mundial, con una semifinal (2006), dos derrotas en octavos (2010 y 2018) y una eliminación en la fase de grupos (2014).
Así, Rusia y los fanáticos del fútbol se quedaron sin, tal vez, las dos máximas figuras mucho antes de la gran final del 15 de julio en Moscú.
