Lizy Tagliani tuvo una semana conmocionada después de la muerte de su mejor amiga, La Floppy. Su muerte fue tan repentina como la enfermedad que se la llevó, la leucemia. A menos de una semana de su muerte, Lizy decidió contar en primera persona cómo fue el proceso que desembocó en el final más triste.
«Después de que nos dieron el negativo del Covid, La Floppy empezó con un dolor en la panza. Llamó a Emergencias y le dijeron que eran gases. Yo le decía ‘gorda, sos un pedo viviente’, y ella me decía ‘callate viejo loco’. Así estuvimos viendo, después a la noche se le complicó porque le dolía bastante, volvió a llamar y se la llevaron. Le hicieron un hisopado, le dio negativo. Le hicieron otro análisis y empezó todo», comenzó Lizy en diálogo con Marley.
«Era como que la sangre estuviera enloquecida, los glóbulos. Mandamos el análisis a Fundaleu, y en un momento me llamó su hermana Clau y me dijo que era una leucemia aguda. Ya en ese momento habían dicho que era muy fuerte, que no había esperanzas. Me acuerdo cuando me llamó su hermana llorando, yo le decía que se tranquilizara. Ahí empezó la odisea», continuó Lizy.
Según contó en varias ocasiones, ambos le mintieron a la mamá de Floppy para evitar que se preocupara, ya que por el protocolo de Covid-19 se hacía imposible que la fuera a visitar más adelante y querían evitar la preocupación.
«De alguna manera ella nos ayudaba, sentía que estaba en un spa, nos recibía con chocolates y cosas en la clínica. La veíamos tan bien que pensábamos que los médicos se estaban atajando, que no era tan grave como decían. Y entonces, te lo juro por mi mamá, pensaba que era una mentira del médico», cerró Lizy emocionada.
El Trece TV