Lejos de victimizarse asegura que su vida no fue difícil, tuvo el apoyo de sus padres y no enfrentó muchas de las dificultades que sí pasaron algunas de sus compañeras. Desde los 13 años pudo, con el consentimiento familiar empezar a vestirse de mujer. «Mis padres me han dejado ser la persona más libre del mundo», cuenta entre orgullosa y agradecida.
Sobre los derechos adquiridos durante el gobierno kirchnerista, la actriz explica que no se siente en deuda, y que a los políticos no hay que «agradecerles las cosas que hacen bien porque uno los vota para que las cosas se hagan bien».
Luego, la ex participante de Bailando agrega: «Por supuesto que yo estoy agradecida de que hayan gestado e implementado la ley de igualdad, de matrimonio igualitario, de identidad de género, pero eso no me convierte en kirchnerista, porque si no estaría negando un montón de cosas y no somos una lechigada de chihuahuas, somos personas y dentro de una sociedad hay un montón de realidades. Si voy a apoyar el 100% descuidando otras causas solo porque tiró agua para mi molino sería muy injusto».