Arrancó, frenó y disparó. Su cuerpo nuevamente empieza a recordar lo que ya hace dos meses no realiza, pero tiene una memoria de elefante y asimila sin problemas cada exigencia que Lionel Messi le encarga. La rotura del ligamento colateral interno comienza a ser un mal recuerdo y el olor del verde césped, lentamente, domina los sentidos del argentino, que cada hora se siente un poco mejor.
A 50 días del movimiento que lo marginó de los campos de juego, la Pulga ya se entrena al tope y confirma que la lesión parece no haber cambiado ni una letra de su excelente libro futbolístico. Si bien utilizará el domingo para descansar, el crack mostró su mejor rostro en las prácticas que realizó con el Barcelona B.
«Está motivadísimo», describen en el portal español Mundo Deportivo a la hora de describir la actitud del rosarino. Más allá de que no realizó fútbol formal, tuvo un intenso contacto con la pelota al mando del entrenador del elenco alternativo Gerard López, en los entrenamientos a puerta cerrada que se llevaron a cabo los últimos días en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí.
Tras seguir de cerca el empate entre la Selección y Brasil, y a la espera de choque del martes ante Colombia, el objetivo de Messi está a cinco días de distancia: el clásico contra Real Madrid. El Blaugrana irá al Santiago Bernabéu el próximo sábado con la idea de exponer su condición de líder.
Más allá de la precaución lógica para no exigir por demás a la lesión, Lio está cada día mejor y mañana se sumaría al resto del grupo principal para darle forma a su ilusión de saltar al campo de juego otra vez.