El Airbus A330-202, matrícula LV-GIF, de la compañía estatal despegará en las próximas horas desde el Aeropuerto Internacional de Sheremetievo, en Moscú, bajo el número de vuelo AR1065, trayendo ambos componentes de la vacuna producida por el Instituto Gamaleya.
La aeronave despegó del Aeropuerto Internacional de Ezeiza pasadas las 3 de la mañana del domingo, bajo el número de operación AR1064, y tras haber aterrizado en la capital rusa y haber realizado la correspondiente carga, tenía previsto emprender su regreso.
Según está programado, llegaría a Buenos Aires cerca de las 17.00 de este lunes con una cantidad suficiente del componente dos de la Sputnik V como para aplicar 400 mil dosis., confirmaron fuentes oficiales a Infobae.
Esto le permitiría al Gobierno avanzar con el esquema de aquellas personas que hasta el momento solamente recibieron una inyección, y que en algunos casos ya cumplieron más de los tres meses que deben esperar para la segunda dosis.
Al igual que en los operativos anteriores, las dosis producidas por el instituto Gamaleya serán trasladadas en contenedores del tipo “thermobox” a una temperatura de 18 grados bajo cero y con carga adicional de refrigeración.
Según los últimos datos disponibles en el Monitor Público de Vacunación, el registro online del Ministerio de Salud que muestra en tiempo real el operativo de inmunización en todo el territorio argentino, hasta este domingo por la tarde habían sido aplicadas 34.624.926 de vacunas de diferentes laboratorios, de las cuales 26.076.234 corresponden a la primera dosis, mientras que 8.548.692 personas recibieron ambas y completaron el esquema.
El arribo de este vuelo se da luego de varias semanas de expectativo por el incumplimiento por pate de Rusia de la entrega de las dosis comprometidas, principalmente del componente dos que, a diferencia de otros inoculantes contra el coronavirus, es distinto al primero.
De hecho, hace algunas semanas la asesora del presidente Alberto Fernández, Cecilia Nicolini, le envió una carta a Anatoly Braverman, hombre de confianza de Krill Dmitriev, CEO del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF es su sigla en inglés), encargado de gestionar la venta de vacunas a otros países, reclamándole por esta situación.
Sin embargo, recientemente el equipo que elabora la vacuna rusa confirmó que “en el mes de agosto se resolverán por completo todos los retrasos temporales en la entrega del segundo componente de la vacuna” y aseguró que el problema se debió al “gran incremento en la capacidad de su producción”.
“Sputnik V ha establecido acuerdos de producción con fabricantes de 14 países y duplicará su capacidad en septiembre gracias a la asociación con grandes firmas como el Serum Institute of India, el mayor productor de vacunas del mundo”, se informó en un comunicado.
La demanda mundial de la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya que se utiliza en la campaña de inmunización de Argentina “sigue siendo muy alta debido a su eficacia y seguridad excepcionales, así como a la ausencia de efectos secundarios graves que se han relacionado con el uso de algunas otras vacunas”, indicó el texto.
“En los países donde se usa Sputnik V como parte de las campañas nacionales de vacunación, especialmente en Argentina y México, se observa una disminución constante de los casos de Covid-19”, destacaron los fabricantes.
El equipo ruso resaltó, además, que un estudio del Centro Gamaleya, publicado en la revista médica internacional Vaccines, mostró que el inmunizante ruso es uno de los “más eficientes contra las variantes del coronavirus, incluido Delta”, que se caracteriza por su mayor contagiosidad.
En este contexto, el fin de semana pasado el presidente Alberto Fernández anunció un plan de “aperturas sostenidas y progresivas” para ir recuperando las actividades “de manera responsable y con cuidado” en el marco de la emergencia sanitaria, y anticipó que a partir de ahora habrá una “ampliación paulatina de la cantidad de personas que puedan reunirse” y también un avance en la presencialidad escolar.