El miércoles, pasadas las 22,15, aterrizó el Hércules proveniente de Tucumán con los familiares que viajaron a buscar a los pasajeros heridos y a las víctimas fatales del accidente del ómnibus que le costó la vida a 15 jubilados mendocinos, la madrugada del lunes.
A la tarde había llegado un primer grupo de heridos, en un avión de línea que aterrizó en el aeropuerto internacional. Unas tres horas después arribó la aeronave de carga militar con la mayor parte de los pasajeros del malogrado viaje que tenía destino las termas de río Hondo, en Santiago del Estero.
“Mi marido viene en el avión (Hércules), con el cuerpo de mi suegra, que es una de las personas fallecidas”, aseguró Irene mientras esperaba la llegada de la aeronave. “Lo único que pedimos es que no haya sufrido y parece que así fue”, agregó la mujer que estaba con una de sus hijas en la puerta de acceso de la IV Brigada Aérea.
Es que allí se habían concentrado los parientes y los medios de prensa, esperando la orden de ingreso a las instalaciones aéreas militares. Finalmente se informó que no estaba permitido el ingreso a los medios de prensa y solo entraron los familiares, vehículos de las distintas cocherías fúnebres, algunos funcionarios de Seguridad y Salud, además de profesionales para contener a las personas en estos difíciles momentos.
Irene comentó que su suegra era una persona muy activa, que ya había viajado en otras oportunidades y que aún no pueden creer lo que ha sucedido. “La última comunicación fue a las 5 de la mañana, con una de mis hijas y horas más tarde nos enteremos de la tragedia”, aseguró y aclaró que su suegra, era española y se llamaba María Soledad Zubazu.
“Están bien, aunque mi madre, Carmen Delgado, tiene una fractura, pero afortunadamente está bien. Ahora estamos esperando que lleguen”, comentó una de sus hijas y agregó que ella viaja permanentemente. “Es un grupo muy unido, son 6 personas, tres matrimonios que viajan a todos lados”. Su otra hija acotó: “Esperemos que sigan viajando, pero en avión. Uno de los pasajeros no quería subir a un avión y me parece que a partir de esto, no se van a subir más a un ómnibus”.
Fuente: los andes
