Mientras la policía realizaba averiguaciones por las circunstancias en las que un hombre -que ingresó al hospital Banda- fue brutalmente herido, en distintas partes del cuerpo, un joven llegó a la comisaría y confesó que había matado a su padrastro.
Los efectivos de la Comisaría Seccional 14 se vieron sorprendidos por tamaña confesión e hicieron ingresar al sujeto hasta una celda, donde lo realizaron averiguaciones. Ante la versión del confeso homicida, la policía estableció que era él quien había atacado a Edmundo Gramajo, de 77 años, cuando descansaba en su casa.
Según revelaron los uniformados, todo comenzó cerca de las 13.10, cuando Gramajo ingresó al hospital Banda con una herida punzocortante en el tórax y cortes en el cuero cabelludo. Éste había sido atacado por Erick Ayala -de 22 años, residente en Villa Unión- quien cerca de las 15 se presentó en la comisaría y dijo ser un homicida.
La policía contó que Ayala saltó una tapia de la casa de Gramajo e ingresó hasta una habitación donde éste dormía, allí le exigió que le entregara todas sus pertenencias y cuando el anciano se resistió lo atacó con el cuchillo. Creyendo que lo había matado se dio a la fuga.
Lo extraño en los dichos del joven es que la familia de Gramajo sostiene que desconocen al atacante y que no existe ningún tipo de familiaridad entre ambos.
Los efectivos indicaron que Ayala se encontraba bajo los efectos de sustancias tóxicas y tal era su estado que luego de hablar con los efectivos quedó dormido.
Del caso tomó intervención la fiscal de turno -Dra. Jacqueline Macció- quien ordenó que el joven permanezca tras las rejas, acusado de robo calificado. Mientras tanto se supo que Gramajo permanece internado y las lesiones que presenta no revisten gravedad.
Fuente: el liberal
