La visita de Angela Merkel y del primer ministro de Portugal al país, una reunión cumbre del complicado Mercosur, el viaje de Mauricio Macri a la cumbre de países del G20 en Berlín, la reunión mundial de la OMC en Buenos Aires, la ronda de negociaciones por el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, la designación del nuevo embajador en Estados Unidos y el armado de un grupo de países latinoamericanos para acercar posiciones con la Venezuela en crisis. Estos son los siete principales temas de la agenda inmediata para este año que tendrá en sus manos el designado canciller Jorge Faurie no bien asuma en su cargo el 12 de junio próximo.
La canciller saliente Susana Malcorra calificó a Faurie como un «excelente profesional» de carrera diplomática. Pero claramente el nuevo ministro de Relaciones Exteriores no tiene roce alguno con la política argentina. El Gobierno entendió que pesaba más para la etapa que se viene un profesional de carrera del Palacio San Martín que un político para sortear todos los escollos diplomáticos que deberá enfrentar la Argentina en lo inmediato. Los siete desafíos que tiene Faurie por delante son los siguientes:
1. No bien asuma Faurie tendrá en sus manos el armado de las visitas de Merkel y del primer ministro de Portugal, Antonio Costa, que llegarán en junio para reunirse con Macri. La llegada de la canciller alemana tendrá entre los ejes centrales de la agenda un tema que maneja Faurie a pleno: la cumbre del G20. Es que para la cumbre de presidentes en Alemania, Merkel quiere analizar con Macri la agenda que se desarrollará en Berlín porque la Argentina presidirá en 2018 el G20 y Buenos Aires será su sede. Hay dos temas que quiere llevar la Argentina al foro: la inclusión social y el desarrollo de temas económicos de los países desarrollados para las pymes. Con Portugal, la agenda será más liviana pero no por ello menor ya que se trata de un socio clave de la Unión Europea.
2. El 21 de junio se hará en Buenos Aires la cumbre de presidentes del Mercosur y Faurie deberá unificar posiciones en un bloque regional quebrado: Venezuela está afuera del Mercosur y Brasil se encuentra sumergido en una profunda crisis por las denuncias de corrupción que acechan a Michel Temer. Pero la Argentina deberá liderar este encuentro, donde le entregará la presidencia pro témpore del bloque precisamente a Brasil. No será nada sencillo el armado de esa cumbre en medio de una Venezuela convulsionada y un Brasil donde su presidente está totalmente debilitado. La intención de Macri es potenciar los acuerdos comerciales para elevar el comercio intra Mercosur.
3. Para el G20 en agosto es muy probable que Faurie aproveche los contactos que viene armando como embajador en Francia en la Unión Europea para poder tender posiciones comunes con Alemania en el armado de la agenda de esa cumbre. El Presidente quiere ir después a la Asamblea Anual de la ONU en Nueva York, donde estará en la agenda de trabajo el eterno reclamo de la Argentina por las islas Malvinas, pero también habrá un fuerte debate sobre la lucha contra el terrorismo a nivel mundial.
4. Desde el plano regional el designado canciller debe enfrentar a su vez el complicado armado de «un grupo de países amigos», como lo definió hoy Malcorra, para acercar posiciones entre la oposición y el oficialismo de Venezuela. Faurie no tiene vínculos actuales con la política latinoamericana. Deberá contar para ello con el apoyo del vicecanciller Pedro Villagra, que también es de carrera diplomática y que ha tendido puentes con aliados al régimen de Nicolás Maduro como Bolivia y Ecuador.
5. Antes de fin de año habrá una reunión de cancilleres del Mercosur y la Unión Europea para avanzar en los acuerdos de libre comercio entre ambos bloques. Faurie tiene buenas relaciones con el sector de relaciones económicas internacionales de la Cancillería, que lleva adelante este tema, y además le tocó en su estadía en París la difícil tarea de ablandar a Francia ante las duras negociaciones con el Mercosur. Se sabe que el sector agrícola francés es el que más resiste este acuerdo y Faurie ya tuvo chances de llevar adelante negociaciones en París para mostrar las ventajas de este acuerdo entre bloques.
6. La designación del nuevo embajador argentino en Estados Unidos será otro frente de batalla del nuevo canciller. Con la salida de Martín Lousteau de Washington, el Gobierno ya adelantó que quiere poner en Estados Unidos a un hombre de carrera diplomática. Faurie deberá cuidar que los lazos personales que tejió Macri con Trump se mantengan firmes.
7. Por último, la dura tarea de organizar la cumbre de la OMC en Buenos Aires a fin de año. Allí contará con un frente proteccionista como el de los Estados Unidos y un aliado como Alemania. En cualquier caso, Faurie deberá tener una buena cintura política y una destreza diplomática en su haber. El Gobierno confía en que tiene estos atributos.