Un dato preocupante arrojó la inflación de julio: la mayor suba de precios de los alimentos se registró en Salta y otras provincias del NOA.
La escalada, de ese modo, afecta más a las familias pobres, que destinan gran parte de los ingresos para comer. El costo de la salud también se disparó más en esta región por encima del NEA, la Patagonia, Cuyo, la zona central y el Gran Buenos Aires.
La inflación promedio del país fue del 3,1%, según publicó el miércoles el organismo estadístico. En el NOA, en tanto, fue más elevada, de 3,4%, el mismo porcentaje que el NEA. Cuyo tuvo el indicador más alto con 3,6% y el Gran Buenos Aires el más bajo, con 2,8%.
Día a día
Los alimentos son uno de los rubros más críticos de los 12 ítems que mide el Indec.
El incremento mensual a nivel país llegó a 4%, mientras que en el NOA ascendió a 4,3%, lo que dejó a la región en el pico de encarecimiento junto a Cuyo.
En la comparación entre julio del 2017 y el mismo mes de este año, los valores de los alimentos en Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero se escaparon un 31,9%, dejaron atrás el promedio nacional de 31%.
La estanflación que vive la Argentina pega más fuerte en las provincias donde no solo hay pobreza estructural sino también un menor poder adquisitivo, que cayó en el sector privado y público por paritarias por debajo de la inflación real.
Más pobreza
La remuneración real promedio de los asalariados privados de Salta está un 25% por debajo del promedio nacional, según una evaluación que hizo el mes pasado el Ministerio de Trabajo de la Nación. El trabajo en negro, que suele pagar sueldos bajísimos, está por arriba del 40%.
Un informe que publicó días atrás el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) indicó que para cubrir la canasta total de alimentos en junio, una familia necesitó dos salarios mínimos vitales y móviles. En ese mes para no caer en la pobreza había que contar con $18.678,57. Para los alimentos básicos el gasto era de $7.412,13.
Según el Indec, la harina y el aceite de girasol fueron los productos de almacén que más subieron entre junio y julio, un 11,2% y 9,1% respectivamente. El tomate, en tanto, se encareció un 38%
Sobrevivir
Las asimetrías históricas entre las regiones tienen el mismo correlato en el costo de los servicios. Los gastos en la vivienda y el pago de las facturas de agua, electricidad, gas y los combustibles perforaron el 50 por ciento en los últimos doce meses. A nivel nacional, el incremento fue más bajo (47%) y menor aún, en Buenos Aires, con 42,5%.
La nafta, en lo que va del año, trepó un 30% en promedio, con casi una decena de «actualizaciones».
Mes a mes
Desde que arrancó el año, el boleto de Saeta aumentó 50 centavos por mes. En el Indice del Precio del Consumidor (IPC) del Indec el rubro transporte se disparó un 28,1% entre diciembre de 2017 y julio de este año, y un 40% si se mide en forma interanual.
La salud, otro de los puntos sensibles de la calidad de vida muestra en el NOA un costo más acelerado que en toda la Argentina. En julio, el rubro aumentó un 3,5% y el promedio nacional arrojó 2,8%.
Por la situación económica es casi un hecho que crezca la pobreza, que en el segundo semestre del año pasado bajó a 24,8% de la población salteña. En el mismo período de 2016 había alcanzado al 33,2%.
Pablo Juárez/El Tribuno