Su llegada a la Casa Blanca no le quitó a Donald Trump uno de sus hábitos preferidos: utilizar su cuenta de Twitter para expresarse sin ningún filtro sobre casi todos los temas que lo involucran a él, personalmente, como a su Gobierno. Y alguno de esos posteos incluso tuvieron consecuencias sobre la economía argentina, que este año mostró su vulnerabilidad a los factores externos, o como prefirió definirlo la Casa Rosada, «la tormenta».
El primer tuit que marcó a la economía mundial está relacionado al enfrentamiento comercial que en marzo de este año se declararon Estados Unidos y China. En los últimos días de marzo, Donald Trump pateó el tablero de las relaciones comerciales internacionales y decidió comenzar a aplicar aranceles a productos de origen chino y a denunciar el robo de patentes.
En un principio, esas sanciones impositivas ascendieron a los u$s50 000 millones. Pocos días después, el gobierno chino respondió con otra suba impositiva hacia importaciones estadounidenses. Desde ese momento, ambos países ingresaron en una mecánica de sanciones y represalias de sanciones que no amainó durante los meses siguientes. En Buenos Aires, en el marco de la Cumbre de Jefes de Estado del G20 hubo una reunión entre ambos presidentes, pero días después los avances en el diálogo quedaron en suspenso.
Esta guerra comercial tuvo un efecto negativo sobre la Argentina, ya que dotó al mundo de un escenario de incertidumbre que no favoreció al país en un contexto en el que aún depende fuertemente de la capacidad prestadora de los inversores externos. Y en situaciones de estrés financiero, el dinero suele refugiarse en plazas más seguras.
En segundo lugar, uno de los tuits más recordados es aquel en que el mandatario de los Estados Unidos criticó duramente al Gobierno turco y anunció un endurecimiento de medidas arancelarias contra productos de ese país, en medio de una controversia por el arresto de un pastor evangélico estadounidense en octubre de 2016 y tras negociaciones fallidas para su liberación.
«¡Acabo de autorizar una duplicación de tarifas en acero y aluminio con respecto a Turquía, mientras su moneda, la lira turca, se desliza rápidamente hacia abajo contra nuestro dólar muy fuerte! El (arancel del) aluminio ahora será el 20% y el (del) acero 50%. ¡Nuestras relaciones con Turquía no son buenas en este momento!», escribió Trump en Twitter.
El posteo fue realizado menos de 15 minutos antes de que en Buenos Aires abriera la jornada cambiaria y apenas iniciada la actividad bursátil se vio reflejado un escape del peso hacia el dólar. Las similitudes en las condiciones y fragilidades económicas de la Argentina y Turquía provocó una suerte de efecto «espejo» por lo cual la caída de la lira turca tuvo su correlato con el peso. El dólar terminó subiendo $1,10 hasta $29,79.
Hace pocas semanas, cuando faltaban horas para el inicio de la reunión de mandatarios del G20 en Buenos Aires, momentos antes de iniciar el viaje hacia la Argentina, Trump también eligió Twitter para descartar una de las reuniones más esperadas en términos geopolíticos: el encuentro bilateral con el ruso Vladimir Putin.
Este posteo representó el primer gran cortocircuito de la cita de Jefes de Estado, y estuvo relacionada a un incidente militar en los días previos, por el cual las fuerzas armadas rusas retuvieron tres buques de bandera ucraniana, país que cuenta con el apoyo norteamericano en el este de Europa.
«Basándome en el hecho de que los barcos y los marineros no han sido devueltos a Ucrania desde Rusia, he decidido que sería mejor para todas las partes involucradas cancelar mi reunión previamente programada en Argentina con el presidente Vladimir Putin», escribió Trump en Twitter. El encuentro finalmente no se realizó y ambas delegaciones evitaron mayores declaraciones al respecto.
La tregua acordada en Buenos Aires entre Trump y su par chino Xi Jinping respecto a la interrupción de nuevas sanciones recíprocas trajo algo de alivio al mercado financiero ya que esperaba un enfriamiento de la principal fuente de tensión en el comercio mundial. Las principales bolsas reaccionaron con fuertes subas en un clima de euforia.
Pero apenas unos días después de la cumbre más esperada, otro tuit del jefe de la Casa Blanca volvió a provocar un desplome en los indicadores financieros más importantes del mundo. «O tenemos un acuerdo real con China, o no hay trato en absoluto -por lo cual estaremos cobrando aranceles importantes contra los productos chinos que se envía a los Estados Unidos. En última instancia, creo, que vamos a hacer un trato -ya sea ahora o en el futuro».
La puesta en duda una vez más de la viabilidad de una acuerdo entre las dos principales potencias económicas generó un shock en los mercados: la bolsa de Nueva York registró incluso una caída de 3,1%.
Por último, hace pocos días, y fiel a su estilo, Trump reclamó vía Twitter a la Reserva Federal no aumentar las tasas de interés. La decisión del banco central de Estados Unidos, que finalmente la incrementó a 2,5% podría tener consecuencias en toda la economía global.
«Es increíble que con un dólar muy fuerte y virtualmente sin inflación, el mundo explotando a nuestro alrededor, París incendiándose y China en baja, la Fed considere un nuevo aumento de las tasas de interés», publicó en Twitter.
En los últimos meses, rompiendo con la tradición de respeto por la independencia del Banco Central, Trump criticó varias veces las decisiones monetarias de la Fed. Es que por un lado, las tasas de interés más altas encarecen los créditos al consumo y los préstamos inmobiliarios.
Por otro, estas alzas fortalecen al dólar, lo que va en contra de los objetivos de reducción del déficit comercial de la administración Trump, al hacer que las importaciones se vuelvan más baratas y los productos estadounidenses, más caros para exportar.
Para la región sería una mala noticia básicamente porque le saldría más caro tomar crédito. Y en la Argentina especialmente, por los altos niveles de deuda que fue tomando en los últimos años. El riesgo país argentino, desde esos días, no baja de los 820 puntos.