La Federación Aceitera y el gremio de la actividad de Puerto San Lorenzo (SOEA) acordaron con la cámara empresaria un 10 por ciento de aumento salarial adicional para 2020, lo que totaliza una mejora del 35 por ciento anual, y el pago de una gratificación de 70.178 pesos y de un bono de 90 mil pesos en 9 cuotas de 10 mil pesos.
Lo confirmaron a Télam las fuentes gremiales, las que señalaron que el acuerdo incluyó otra mejora del 25 por ciento en dos tramos desde enero, con revisión en agosto, lo que implicará desde mañana el levantamiento del paro luego de 21 días consecutivos.
Las organizaciones sindicales y la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) negociaron hoy durante casi 10 horas en la cartera laboral de la Avenida Leandro N. Alem al 600 bajo la supervisión del ministro Claudio Moroni, y alcanzaron finalmente un acuerdo salarial.
Los aceiteros recibirán un 10 por ciento adicional, que debía haber regido por la cláusula de revisión desde agosto último, lo que totalizará para 2020 una mejora del 35 por ciento, y obtuvieron otro 25 por ciento en dos tramos (enero y abril) a partir del año próximo.
El salario inicial será ahora de 93.647,51 pesos, incluyendo 1.000 pesos por presentismo desde enero próximo, para todos los trabajadores del convenio colectivo 420/05.
La suma extraordinaria no remunerativa de 70.178 pesos se abonará en dos cuotas en enero y febrero próximos, y es tradición en la actividad aceitera su cobro desde 2010.
Además, el personal percibirá una gratificación extraordinaria tradicional o bono de fin de año de 70.178 pesos -luego de aplicar ese 35 por ciento de recomposición para este año al bono pagado en 2019, de 52 mil pesos-, y otro de 90 mil pesos en 9 cuotas de 10 mil pesos, denominado «pandemia», por ser considerados «trabajadores esenciales».
El acuerdo también contemplará a la Unión de Recibidores de Granos y Anexos (Urgara), que no participó en las negociaciones, pero fue representada por las dos entidades aceiteras, ya que debe rubricar un acuerdo propio con una cámara patronal paralela.
Luego de 10 horas de negociaciones, sindicalistas y empresarios acordaron una salida al grave conflicto, que mantuvo paralizados todos los puertos granarios durante 21 días.
«La negociación fue muy compleja, porque había que convenir la revisión de 2020 y determinar el salario de 2021. La mejora desde agosto de este año nunca se acordó hasta esta noche, cuando finalmente pudo emparejarse el proceso inflacionario», confirmó a Télam el abogado de la Federación Aceitera, Matías Cremonte.
Daniel Yofra, titular de la Federación, aseguró esta noche que «se obtuvo la victoria a partir de la conciencia del valor de la fuerza de cada trabajador de cada planta y sector», y añadió que los operarios, en unidad, lograron finalmente vencer «la prepotencia patronal».
El actual salario de un peón ingresante a la actividad es de 69 mil pesos y, con el 10 por ciento logrado hoy, se elevará a casi 75 mil en diciembre, aunque el 25 por ciento obtenido a partir de enero lo catapultará a más de 93 mil pesos, puntualizó Cremonte.
«Los sindicatos exigieron esos 93 mil pesos desde enero bajo el paraguas del artículo 14 bis de la Constitución Nacional y el 116 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), que estipula cuál debe ser el ingreso para satisfacer las necesidades básicas», agregó.
La Urgara no participó en las negociaciones en Trabajo, aunque mantuvo «la unidad de acción» con los otros dos sindicatos, que ejercen la representación, a partir de que debe firmar un acuerdo paritario propio con una cámara paralela, la de Puertos Comerciales.
La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines y el SOEA negocian paritarias con la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y la de Aceites Vegetales de Córdoba (Ciavec), en tanto la Urgara, que lidera Pablo Palacio, lo hace con la Cámara Argentina de Puertos Privados Comerciales (CAPPC).
Por su parte, la cámara Ciara sostuvo esta noche en un documento que privilegió «la paz social a partir de las consecuencias económicas para la industria, la comunidad, los propios trabajadores y la Nación», e instó al «trabajo mancomunado y sin conflictos».
«Ello evitará una importante merma de competitividad, con penalizaciones por incumplimientos y pérdida de mercados, como también exportaciones con menor valor agregado nacional. Cada punto de participación cedido a los países competidores exportadores es un impacto negativo para la economía argentina, con mayores restricciones para los sectores más necesitados y en un marco de recesión», concluyó.
En el encuentro en Trabajo participaron Yofra (Federación), Pablo Reguera (titular del SOEA), y el directivo de la cámara Ciara, Manuel Rocca, según confirmó Télam.