Los independentistas de Cataluña vuelven a tener mayoría para formar gobierno

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En unas elecciones por primera vez convocadas por el presidente español y no por el de la Generalitat, Cataluña votó este jueves masivamente por su futuro. Y en sintonía con lo inédito e inquietante de estos comicios, que incluyeron candidatos en prisión, autoexiliados y en libertad condicional, el resultado dio la victoria a Ciudadanos, el partido liberal nacido en Cataluña en 2006 para oponerse al nacionalismo de los independentistas. Obtuvo el 25,35% de los votos -con el 99,51% de las mesas escrutadas- y protagonizó el fenómeno electoral de la noche.

Es la primera vez que un partido constitucionalista supera el millón de votos en Cataluña. Pero esta victoria en cantidad, sin embargo, no vestirá de presidenta a Inés Arrimadas, su candidata a la Generalitat, ya que el bloque independentista -integrado por Junts per Catalunya, la plataforma del ex presidente Carles Puigdemont; Esquerra Republicana, liderada por el ex vicepresidente Oriol Junqueras; y la CUP, el partido asambleario y radical que ha perdido 6 de los 10 escaños que tenía- mantendrá la mayoría parlamentaria que ya ostentaba en el Parlamento que el presidente Mariano Rajoy disolvió el 27 de octubre. Juntos, los partidos soberanistas superan las 68 bancas que requiere esa mayoría.

El resultado de estas elecciones ha dejado en evidencia que el procés, ese recorrido hacia una supuesta república soberana que desangró a los principales rostros del independentismo -aunque no ha debilitado su mística- y ha inyectado ira entre los constitucionalistas, dividió a Cataluña por la mitad, con una precisión digna de aquel programa de Gerardo Sofovich que premiaba la exactitud en el corte de una manzana.

Es la primera vez que Cataluña vota encorsetada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que le permitió al presidente Rajoy disolver el Parlamento y destituir al gobierno de la Generalitat por haber osado declarar la independencia.

Fue ésta la primera victoria del partido que lidera Albert Rivera que, en algo más de una década, pasó de lograr 3 diputados en el Parlamento a ganar las elecciones más controvertidas de la historia catalana. Ciudadanos suma 12 bancas y tendrá en el Parlamento 37 escaños.

Pero Arrimadas, heredera de los errores del procés legitimada por los votos de la elección, no logrará formar gobierno. Será la líder de la primera fuerza política en Cataluña, comandará una oposición de peso y, con su triunfo histórico, ha firmado el certificado de defunción del PP catalán, que perdió 8 bancas en el Parlamento. “Ha quedado más que claro que la mayoría social en Cataluña está a favor de la unión con España”, dijo Arrimadas mientras a su alrededor coreaban: “Yo soy español, español”.

En la sede de Junts per Catalunya, la agrupación de centroderecha ligada a la burguesía catalana, reinaba la euforia. Las encuestas daban favorito a Esquerra Republicana pero la coalición de Carles Puigdemont lideró entre los partidos independentistas con el 21,67% de los votos. “Señoras y señores, la república catalana le ha ganado a la monarquía del 155”, dijo Puigdemont desde Bruselas.

A pesar de haber logrado 2.060.734 votos -contra los 1.885.023 que sumaron las fuerzas unionistas-, el independentismo celebra una victoria que le resulta vidriosa: ¿Cumplirá Puigdemont su promesa de volver a Cataluña tal como afirmó que haría en una entrevista con Clarín si los votos los acompañaban? ¿Qué hará el soberanismo con la CUP, sus socios radicales que, aunque malheridos en esta batalla electoral que los deja con cuatro bancas parlamentarias, sólo apoyarán, según dicen, la construcción de la república catalana? Ya hay rumores desde Esquerra que insinúan que aceptarían investir al ex presidente Puigdemont por ser quien más votos ha obtenido entre los soberanistas.

Cuando el escrutinio estaba llegando a su fin, Marta Rovira, secretaria general de Esquerra y segunda en la lista que lidera Junqueras, dijo: “Los ciudadanos de Cataluña han votado mayoritariamente a favor de la república. Estas elecciones las ha perdido el señor Mariano Rajoy?”. A su alrededor se escuchaban gritos de “¡Liberdad! ¡Libertad!” para Junqueras y el resto de los detenidos.

“No conseguimos ser el eje de esta alternativa”, admitió el candidato socialista, Miquel Iceta, que logro el 13,87% de los votos y quedó en cuarto lugar. Xavier García Albiol, el candidato del PP, hizo un mea culpa. “No hemos sido capaces de sumar una mayoría alternativa al independentismo”, dijo el elegido de Rajoy.

A pesar de este ascenso meteórico de Ciudadanos, el escenario del día después no aporta un cambio sustancial a lo vivido antes de la intervención, lo cual genera algunos interrogantes: ¿Cómo lo tomarán los mercados? ¿Qué sucederá con la sangría de empresas -ya son más de 3.000- que continúan el éxodo de Cataluña?

Este jueves, más del 81% de los empadronados interrumpió sus tareas de un jueves laborable para ir a votar. Y mientras en la Puerta del Sol de Madrid se esperaba el sorteo de la Lotería de Navidad, Cataluña contaba voto tras voto hasta pasada la medianoche. Se acababa de jugar su propia suerte en las urnas.

Marina Artusa/Clarín

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