La cumbre del Grupo de los 20 que se realizará en la Argentina el viernes 30 y el sábado 1 de diciembre tiene su “detrás del escenario”, un “backstage” en el que se acumulan cientos de pedidos de las delegaciones extranjeras al país anfitrión. Desde cuestiones que hacen a la seguridad -las más sensibles-, a gustos, hábitos, cultura, y caprichos del líder.
Entre los pedidos más excéntricos están los de los de los presidentes de China, Rusia, Estados Unidos, Arabia Saudita y Turquía, o, por ser sumamente austeros, como en el caso de la alemana Angela Merkel, el japonés Shinzo Abe, el holandés Mike Rutte y la británica Theresa May.
Hay delegaciones que trae en secreto autos y hasta un arsenal para cuidar de sus jefes.
La mayoría pide ser tanto eximida de controles de scanners y migratorios y se muestra ansiosa por conocer el Teatro Colón.
Merkel pasará pocas horas en esta ciudad -aunque desayunará en Olivos con Macri el viernes 30 antes de que de comience la cumbre- y vendrá con una delegación que no llega a cien personas, incluyendo a la prensa germana. Merkel y Vladimir Putin acordaron estar en el mismo hotel de Recoleta.
Se sabe que se entienden de viejos tiempos: la Canciller habla ruso y, él, alemán. Putin tiene tantas medidas de seguridad que incluyen hasta un veedor en la cocina para ver palmo a palmo cómo y qué llevan los alimentos que va a ingerir. Trajo francotiradores.
Sobre Donald Trump estarán posadas todas las miradas. La seguridad de Estados Unidos es la más autónoma junto a la de los chinos, rusos, turcos y saudíes. Traen aviones, armas, blindados, entre ellos la nueva “Bestia”, el vehículo que traerá al presidente con una comitiva y custodios.
La delegación de Xi Jinping hizo saber de manera explícita que quiere estar ubicado de manera preferencial en las fotos de familia, y en las de la sesión plenaria. Como algunos pocos, Xi pidió un salón privado para él en el predio de Costa Salguero, donde tendrá lugar la cumbre.
Los chinos, como estadounidenses, rusos, indios y saudíes extremaron medidas anti ataques nucleares, químicos, biológicos, antidrones, anti objetos flotantes. Pidieron el listado del servicio doméstico del hotel donde se hospedarán y de los periodistas que durante la vista de Estado del domingo 2 no podrán hacerle preguntas.
La delegación quería presenciar un partido de polo con el líder. Y la primera dama china pidió tomar el té con Juliana Awada, cuya agenda podría incluir encuentros con Melania e Ivanka Trump, con las primeras damas de Japón y Chile, entre otras. La reina Máxima también tendrá su actividad pero sus pedidos se guardan bajo llave de monarca.