En un sorpresivo mensaje, el líder del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, aseguró este sábado que tomaron el control total de la ciudad ucraniana de Bajmut, escenario de la batalla más larga y sangrienta de la ofensiva de Rusia.
“Fue tomada en su totalidad”, anunció Prigozhin en un video difundido por su servicio de prensa en Telegram, donde se le ve delante de hombres armados que ondean una bandera rusa, rodeados de edificio en ruinas.
De inmediato, Ucrania rechazó esta afirmación de Rusia, aunque reconoció que “la situación es crítica”.
Si se confirmara, la captura de Bajmut permitiría a Moscú anotarse una victoria tras varios reveses humillantes. También se produciría antes de una contraofensiva que Ucrania afirma estar preparando desde hace meses.
El anuncio de Prigozhin también coincidió con la visita del presidente ucraniano Volodimir Zelenski a Hiroshima, en Japón, por la cumbre del G7, donde pretende que la comunidad internacional acentúe su presión sobre Moscú.
Versiones cruzadas
“La operación para tomar Bajmut duró 224 días. (…) Aquí solo estaba Wagner” y ninguna de las tropas regulares del ejército ruso, agregó en su mensaje Prigozhin, que está en conflicto abierto con la jerarquía militar rusa desde hace meses.
Sin embargo, la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, afirmó en Telegram que los defensores ucranianos seguían controlando “algunas instalaciones industriales e infraestructuras de la zona, así como del sector privado”, aunque “la situación es crítica”.
Según Prigozhin, Wagner retirará a sus miembros de la ciudad a partir del 25 de mayo y dejará la defensa del municipio en manos del ejército ruso, manteniéndose a su disposición para futuras operaciones de Moscú.
“Hasta el 25 de mayo, registraremos completamente la ciudad, crearemos posiciones defensivas y la transferiremos a los militares para que ellos se encarguen. Por nuestra parte, volveremos a las bases”, declaró Prigozhin.
Ambos bandos registraron importantes pérdidas humanas en Bajmut, una ciudad que antes de la ofensiva rusa tenía unos 70.000 habitantes y que ahora está en gran parte destrozada por los combates.
Las fuerzas rusas avanzaron allí lentamente, tomando localidades vecinas como Soledar, más al norte. En las últimas semanas, controlaban más del 90% de Bajmut, y los combates se concentraban contra un reducto de la resistencia ucraniana en el oeste de la localidad.
No obstante, Ucrania anunció esta semana que le había arrebatado más de 20 km2 a las fuerzas rusas al norte y al sur de la ciudad, poniendo en peligro los flancos de Wagner, apoyados por tropas regulares del ejército ruso.
Yevgueni Prigozhin acusó a los soldados del ejército ruso de abandonar sus posiciones cerca de Bajmut, y afirmó que el estado mayor no estaba suministrando suficientes municiones a sus hombres adrede para debilitar a su grupo.
“No hemos luchado únicamente contra el ejército ucraniano en Bajmut, sino también con la burocracia rusa que nos puso piedras en el camino”, lanzó Prigozhin este sábado.
Criticando, de nuevo, al ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, Prigozhin consideró que en Bajmut se registró una cifra de muertos cinco veces más alta “a causa de sus caprichos”.
Rusia, que invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022, registró varias derrotas en el frente, y se vio forzada a retirarse de los alrededores de Kiev, de la región de Járkov (en el noreste) y de la ciudad de Jersón (sur). Durante el invierno, el frente permaneció estático en su mayor parte y el grueso de los combates se concentraron en Bajmut.
Ahora, ambos bandos están a la espera de una gran contraofensiva anunciada por las autoridades ucranianas, gracias a las entregas de armas occidentales. Zelenski declaró recientemente que su ejército necesitaba “más tiempo” para preparar ese asalto.
Fuente: tn