«Dejen a mi hija tranquila, porque ella no tiene nada que ver con esto.» Moviendo las manos enérgicamente, con la voz firme y mirando directo a los ojos de los periodistas en el Palacio de La Moneda, Michelle Bachelet encaró por primera vez sin pautas un escándalo que involucra a su familia. Nunca en su segundo mandato presidencial se la vio tan enojada como ayer.
El caso que la tiene a maltraer tiene que ver con la compra de un terreno en el norte de Chile, a medio camino entre las reservas marinas Isla Damas y Pingüino de Humboldt y el lugar que se escogió para levantar el proyecto minero Dominga, que fue rechazado hace dos semanas entre acusaciones de «presiones de última hora» desde el Poder Ejecutivo.
El domingo, el diario La Tercera consignó que Sofía Henríquez Bachelet, estudiante de psicología de 21 años, compró en marzo de 2014 media hectárea en esa zona (comuna de La Higuera) y que Natalia Compagnon, nuera de la mandataria involucrada en el «nueragate», un millonario caso de especulación inmobiliaria que terminó en la justicia, posee varios terrenos más.
«Algo ha pasado en Chile que transforman cosas normales en delitos. En 2013 conocí a una enfermera que tiene un centro de meditación y me contó de este lugar en La Higuera, donde la familia de mi hijo (Sebastián Dávalos) también estaba interesada en comprar algo como una cosa recreativa. Me contó que había un señor que vendía unos lotes (…) y querían que gente que creyera en el medio ambiente tuviera un terreno ahí», relató la presidenta chilena.
«A mí la región me encanta, es un lugar tranquilo y no hay ninguna otra cosa extraña. Mis hijas ni siquiera sabían; fue una decisión mía, que yo tomé para dejarles algo para el futuro. Y por supuesto que no tiene nada que ver con Dominga, yo ni siquiera sabía que existía a esa altura un proyecto minero. Además, yo imaginaba, hasta que vi las fotos en los diarios, que los proyectos mineros se hacían en la Cordillera, no en la zona que yo pensaba, que era al borde de la playa.»
Sebastián Piñera consideró absurdas las críticas a Bachelet. Anteriormente, el ex presidente y candidato a las próximas elecciones había rechazado las críticas hacia él por el proyecto minero Dominga, del cual participó a través de una sociedad familiar.
De igual modo, diputados opositores buscan que se cite a declarar a Sofía Henríquez a la comisión investigadora que indagará lo ocurrido con Dominga.
«Mi hija está muy afectada por algo que ni siquiera es su responsabilidad, que ella ni quería y que fui yo la que tomó esa decisión. Esto no es un negocio. Es verdad que ella tiene a su nombre un terreno, pero yo lo compré y lo puse a nombre de mis hijas», insistió Bachelet, y aclaró que le pidió el trámite a Natalia Compagnon.
La Nación