En el marco del anuncio de la primera ministra Theresa May sobre el preacuerdo alcanzado con la Unión Europea (UE) sobre el Brexit, los ánimos de los británicos comienzan a caldearse.
En la ciudad inglesa de Boston, cuyos habitantes votaron convencidos por el Brexit en 2016, y a pesar de la incertidumbre sobre los términos exactos del borrador del acuerdo, las personas en esta ciudad a 160 kilómetros al norte de Londres dijeron que preferían cortar por lo sano.
«Es una mierda», dijo la jubilada Kathrine Denham, de 74 años, sobre el plan presentado por May. «Ella está renegando de todo por lo que votamos», apuntó.
«Deberíamos simplemente salirnos, no sé por qué estamos perdiendo el tiempo».
May dijo el miércoles ante la cámara baja del parlamento que el proyecto de acuerdo sobre el Brexit alcanzado con Bruselas «responde» a lo que los británicos votaron en el referéndum de 2016.
En aquella votación que se saldó con 52% de votos a favor y 48% en contra, los británicos decidieron poner fin a 43 años de integración en la Unión Europea. En ese referéndum cerca de tres cuartos de los residentes de Boston votaron por salirse de la Unión Europea.
«Nos van a joder», dijo el agricultor retirado John Taylor, de 70 años, a la AFP en el mercado que se instala en la ciudad dos veces por semana.
El mercado se realiza a la sombra de la iglesia parroquial más grande de Inglaterra, con una torre más de 82 metros de altura que data del siglo XIV.
«Va a ser un desastre de verdad», dijo sobre la batalla parlamentaria que May enfrenta por este plan. «Si mantiene su puesto, es que tiene suerte».
«Demasiado traidores»
Otros coincidieron en que May tiene pocas posibilidades de unir a su gabinete y al parlamento británico, divididos entre los apasionados partidarios del Brexit y los europeístas.
«No creo que tenga la más mínima oportunidad de ganar porque tiene muchos traidores«, opinó Brenda Taylor, de 58 años, mientras paseaba a sus dos galgos en un parque.
«Se convertirá en un chivo expiatorio de aquí en adelante», agregó la partidaria del Brexit, y señaló que, sin embargo, todavía espera que Gran Bretaña se vaya de la UE.
«Si nos marcháramos, estarían más dispuestos a negociar con nosotros», agregó su marido, que es partidario de un escenario sin acuerdo.
Esta región agrícola llana y fértil ha experimentado en las últimas décadas un gran aumento del número de inmigrantes de Europa del Este que llegan a trabajar en los campos.
Según la estadística del gobierno, alrededor de una cuarta parte de la población actual de 65.000 habitantes de Boston proviene de la UE. Recuentos no oficiales tienen cifras más altas.
Los oriundos de Boston dijeron el miércoles que un cambio tan rápido en la demografía, junto con una sensación de poco control sobre el proceso político, impulsó la votación a favor del Brexit.
Un debate que cansa
Sea cual sea el resultado del acuerdo de May, que aún debe ser aprobado por la Unión Europea y por la Cámara de los Comunes, no hay ganas para que se celebre un segundo referéndum, tal y como están pidiendo otros activistas.
«Ya votamos, está hecho», dijo David Holmes, de 35 años, que apoya el Brexit.
A Holmes le gustaría que al líder opositor del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, se le diera la oportunidad de negociar. «Me gusta Corbyn porque lo dice como es».
Incluso aquellos que votaron en Boston para permanecer en la UE en 2016 no parecían estar convencidos por el acuerdo, aunque simpatizan con May.
«Ella ha recibido un poco de un cáliz envenenado y lo está haciendo muy bien», dijo Bryan Kirkham, de 70 años, un jubilado como planificador de la autoridad local que también se acercó a apoyar la partida.
«Pero si renunciamos a nuestra capacidad de hacer nuestras propias leyes, eso es algo que no me gusta», apuntó. «La salida es la salida, y tal vez sea mejor sin acuerdo».
Joshua Wright, un informático de 26 años y a favor de que Gran Bretaña se quede en la UE, dijo que estaba cansado de todo el debate.
«La gente está deseando un Brexit duro, un Brexit suave y todo tipo de cosas, y yo ya me cansé».
Con información de AFP
Fuente: Infobae