Los puntajes de la victoria de la selección argentina ante Chile con Lionel Messi como figura

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Sergio Romero (6): enseñó que la inactividad en Manchester United no le quita presencia en la selección. Sin responsabilidad en el gol de Gutiérrez, se fue agigantando en el juego aéreo, un déficit que mostró la Argentina en las acciones de pelota parada. En el complemento, desvió un remate a Orellana que tenía destino de red.

Gabriel Mercado (6): de los dos laterales, fue quien tuvo mayor proyección en ofensiva. Por su sector fue por donde Chile avanzó con más insistencia, aprovechando que Biglia no era un dique de contención. El gol de la victoria, un plus para un desempeño que conformó a Martino.

Nicolás Otamendi (5): la falta de un referente de área hizo que se sintiera incómodo en el inicio. Tuvo presencia para imponerse en el anticipo, cuando Chile intentó jugar al ras del piso resultó su punto más eficiente; en el juego aéreo, en cambio, no demostró su mejor versión.

Ramiro Funes Mori(6): un comienzo tibio, falló en la acción que derivó en el gol de Chile, que fue remontando con presencia. En el segundo tiempo, fue infranqueable cuando la Roja buscó por arriba. La tarjeta amarilla le impedirá jugar con Bolivia, al igual que a Otamendi.

Marcos Rojo (5): una actuación de menos a más. Abusó del juego brusco en el inicio, cuando debió ser amonestado; el desarrollo lo fue tranquilizando y afirmando en la función. En el complemento se observó su mejor versión, con firmeza para el quite. Le faltó proyectarse en el ataque.

Lucas Biglia(4): un partido incómodo para el volante de Lazio, que no logró controlar su zona, la que explotó con velocidad y criterio Beausejour. Asomó perdido y con equivocaciones repetidas en los pases, toda una rareza para un jugador que siempre cumple.

Matías Kranevitter (6): ocupó el puesto de Mascherano, un referente, y no le pesó la responsabilidad. Simple para jugar, la ubicuidad y el corte fueron sus características más destacadas. Un recambio de jerarquía en el que el técnico puede recostarse.

Ever Banega (4): la corajeada que terminó en el gol de Di María, lo más destacado. Un futbolista que enseñó altibajos pronunciados, capaz de limpiar una jugada con un taco como también de comprometer, por culpa de una mala elección, el equilibrio de los del fondo.
Lionel Messi (8): figura, una vez más, aunque en esta oportunidad no llegó al gol. Desequilibrio y una pieza que siempre tuvo a maltraer a los defensores rivales, también se involucró en ocupar espacios. Cuando la Argentina parecía que entraba en una zona de turbulencia, él la rescató pidiendo la pelota y cargándose el equipo al hombro.

Sergio Agüero(5): aguantar la pelota, su rol más trascendente. No pudo marcar desequilibrio en el juego uno contra uno y estuvo con la mira descalibrada en las definiciones. Tampoco logró conexión con Messi, su mejor compinche en la cancha.

Ángel Di María (7): después de una definición desacertada en el inicio, cuando el resultado estaba en blanco, llegó el remate colocado que le posibilitó a la selección llegar al empate transitorio, en el pasaje en que la Argentina no hacía pie en el estadio Nacional. El mejor interlocutor que tuvo Messi para crear riesgo, ya sea por la velocidad o habilidad.

Alberto Cantore/Cancha Llena

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