Naim Qassem, jefe del grupo terrorista Hezbollah, aseguró este domingo que la organización extremista libanesa no entregará sus armas pese a la presión internacional para que los militantes se desarmen. Durante un discurso televisado en los suburbios del sur de Beirut, Qassem afirmó que “esta amenaza (israelí) no nos hará aceptar la rendición”.
Qassem, quien reemplazó a Hassan Nasrallah tras su muerte en septiembre en un ataque israelí, enfatizó que los combatientes no abandonarán sus armas hasta que, en sus palabras, cesen la “agresión” israelí. Por otro lado, Israel sostiene que continúa realizando ataques en territorio libanés contra posiciones y miembros de Hezbollah, aduciendo que Beirut no ha tomado medidas suficientes para desarmar a la organización terrorista.

A pesar del alto el fuego, la situación en el sur del Líbano sigue siendo tensa.
Kassem reiteró la negativa a entregar el arsenal antes de que Israel se retire completamente del sur del Líbano y cese sus ataques.
La visita inminente del enviado estadounidense Tom Barrack a Beirut añade una dimensión diplomática a la crisis. El funcionario tiene previsto discutir un plan propuesto para el desarme de Hezbollah y la retirada de las fuerzas israelíes del sur del país.

En la víspera de su viaje, el norteamericano publicó en la red social X un mensaje en el que subrayó la importancia del momento que atraviesa el Líbano: “Enfrenta un momento histórico para superar el confesionalismo tenso del pasado y finalmente cumplir (su) verdadera promesa de la esperanza de ‘Un país, un pueblo, un ejército’”.
Además, citó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la frase: “Hagamos que Líbano sea grande de nuevo”.
Fuente Infobae