El mensaje fue lanzado por las redes sociales, la vía de comunicación más preciada del macrismo. “@GugaLusto dejó a la Embajada para trabajar por cambiemos y lo atacan. Del Sel renunció a su embajada para volver al teatro y lo aplauden???”, escribió el titular de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, en su cuenta de Twitter.
Aclaración para distraídos: “Guga” es el apodo tenístico de Martín Lousteau y Yacobitti, el principal impulsor de su candidatura a diputado, lidera un partido que es opositor (aunque “light”, es cierto) del macrismo que gobierna la Ciudad, pero a nivel nacional forma parte del equipo de Mauricio Macri.
A caballo de esa doble vara, la renuncia del embajador en los Estados Unidos para competir en octubre fue celebrada con bombos y platillos por la cúpula del radicalismo porteño -que estaba avisada de la movida- y cayó como balde de agua fría sobre las espaldas de los referentes nacionales, que empezaban a negociar las listas de Cambiemos en el resto del país en despachos de la Casa Rosada.
Este grupo, encabezado por José Corral (jefe del Comité Nacional) y Ernesto Sanz (virtual ministro sin cartera), quedó desacomodado y ahora pide “aislar” la situación de la Ciudad, donde el veto macrista a Lousteau mantiene trabada la conformación de Cambiemos. Busca así impedir que el PRO cumpla su amenaza de ir a internas en todos los distritos. Es el desafío si no hay arreglo en la Ciudad.
En sintonía con esa postura, un sector del radicalismo porteño comandado por los “históricos” Jesús Rodríguez, Facundo Suárez Lastra y Ricardo Gil Lavedra buscará hacer una demostración de fuerza el próximo miércoles con el objetivo de ratificar el apoyo a Macri e impugnar la actitud de Lousteau, a quien consideran un “aventurero” que juega a debilitar al Gobierno nacional para privilegiar su “emprendimiento unipersonal”. Buena parte de los convocantes ocupa espacios en organismos públicos.
La cita será en el Salón La Argentina de Rodríguez Peña y Corrientes. El operativo apunta a presionar al Comité Capital -que el grupo integra en minoría- a retomar negociaciones para armar Cambiemos sin condicionarla a un extrapartidario como Lousteau (“que espere al 2019”, aconsejan). También reclamarán que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, abra al diálogo. Este sector tiene en Facundo a un aspirante propio y a Alfonso Prat-Gay como un aliado a jugar si la UCR orgánicamente arma otro frente y dispone expulsar al que se una al PRO.
Una noche antes, los fogoneros de Lousteau harán una cena para prepar la campaña. A la mesa de La Bandurria, un coqueto restó de Palermo Hollywood, se sentarán otros dos “históricos”, Enrique Nosiglia y Rafael Pascual; los legisladores de la agrupación La Cantera, Juan Nosiglia (hijo del “Coti”) y Hernán Rossi, más Yacobitti, funcionario de la UBA, entre otros. Anticiparon que harán un último intento por negociar la inclusión de Lousteau en Cambiemos y de fracasar, acelerarán el armado de otra alianza con el socialismo (que lidera Roy Cortina), a la que invitarán a Graciela Ocaña, peronistas “presentables” y figuras independientes, entre las que se mencionan al presidente de San Lorenzo, Matías Lammens.
Afirman que Lousteau está dispuesto a enfrentar a Elisa Carrió, si finalmente encabeza la lista oficial. Y que aún perdiendo, con el 25% de los votos quedaría posicionado para ir por la Jefatura de Gobierno en 2019. El ex embajador vuelve en 15 días y recién ahí moverá sus fichas.
Marcelo Hugo Helfgot/Clarín
